Una de cada diez familias en Galicia vive en régimen de alquiler. Tras el estallido de la crisis, se ha puesto freno a la costumbre de hacerse con una vivienda en propiedad y este boom de los arrendamientos ha convertido en una misión casi imposible encontrar casa en algunas ciudades. En los últimos años los precios se dispararon en zonas como Madrid, Barcelona o Mallorca y son cada vez menos los inmuebles disponibles. La comunidad gallega no es ajena al déficit de pisos en alquiler ofertados por inmobiliarias o en páginas web ni tampoco al repunte de precios. El director del Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS), Heriberto García, alertó ayer de un aumento de los precios en "zonas concretas" de las ciudades gallegas debido a dos factores fundamentalmente: la proliferación de pisos turísticos y las escasez de vivienda libre.

En las plataformas online aparecen más 8.000 inmuebles para pasar las vacaciones en Galicia, desde apartamentos hasta pisos de dos a cinco habitaciones, chalés y villas de lujo. La estancia habitual suele ser de varios días pero los hay que hacen la reserva para solo una noche y otros que la amplían a un mes en verano.

Detrás de la fuerte demanda de pisos de alquiler residencial, en especial en las ciudades y las localidades próximas, está la movilidad laboral, el cambio de mentalidad de las nuevas generaciones de hogares jóvenes, así como la merma de la capacidad adquisitiva para poder comprarse una vivienda y también el efecto arrastre de los arrendamientos vacacionales.

Esta opción tiene cada vez más adeptos debido a la rentabilidad mayor que pueden obtener sus propietarios frente al alquiler tradicional. Desde el sector inmobiliario apuntan que comprar para invertir en una vivienda turística tiene unas rentabilidades muy altas, entre un 10 y 12%, lo que supone entre dos y tres veces más que el arrendamiento tradicional (4%).

A preguntas del viceportavoz de En Marea, Antón Sánchez, el director del IGVS atribuyó el incremento de precios en los alquileres a "diferentes motivos", entre los que mencionó los usos turísticos y la "restricción" de la construcción de vivienda libre.

Desde la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia (Aviturga) tachan de "falsa" la afirmación de que el alquiler vacacional encarezca la vivienda. "El precio sube y baja al ritmo de la economía; pensar que si no se decida a una vivienda al alquiler vacacional se dedica al alquiler residencial es falso", advierten desde Aviturga. Y como ejemplo, los propietarios de pisos turísticos ponen Santiago. "Desde hace 30 años, la gente empezó a dejar de vivir en la zona monumental, entre otras razonas por las trabas para obtener permiso de obra, impedimentos de movilidad, imposibilidad de aparcar, edificios sin ascensores", detalla la presidenta de Aviturga, Dulcinea Aguín, quien advierte de una "nefasta gestión política" en materia de vivienda "de cuyas consecuencias" -lamenta- quieren culpar a las viviendas de uso turístico.

En su intervención en la Cámara autonómica, el viceportavoz de Anova cargó contra la políticas "ineficaces" de la Xunta para garantizar el derecho a la vivienda. En su turno de réplica, el director del Instituto Galego de Vivenda e Solo reivindicó el trabajo de su departamento en dos líneas. Por un lado, la puesta en el mercado de "mucha más vivienda protegida", aunque se quejó de la "falta de colaboración" en concellos como A Coruña, Santiago y Ferrol. Y por otra parte, García aludió a los programas de viviendas en alquiler e incidió en que "hay que contar con los ayuntamientos" para la movilizacion de viviendas vacías.