Evitar la ruptura de En Marea en el Parlamento a un año de las elecciones municipales es la prioridad en la gestión del caso Paula Quinteiro. Bajo esa premisa la líder de Podemos en Galicia, Carmen Santos, no solo reiteró ayer su defensa de la diputada -inscrita en la formación morada y de la corriente Anticapitalista-sino que acusó al PP de tratar de "destrozarle la vida por tacticismo" y de hipocresía al exigir la dimisión de la parlamentaria mientras "premia" con un ascenso al Ministerio de Sanidad a la alto cargo de Sanidade investigada por homicidio en la muerte de seis enfermos de hepatitis C a los que no llegaron los medicamentos más avanzados. "Es inhumano", calificó Santos.

La gestión del caso Quinteiro agravó la crisis interna en la que está sumida En Marea. El altercado que derivó en tormenta política se produjo en la madrugada del sábado 17, cuando la Policía Local de Santiago identificó a un miembro del grupo con el que ella se encontraba tras una denuncia vecinal por vandalismo. La joven, inscrita de Podemos, se identificó con el carné de parlamentaria, comportamiento injustificable para el Consello das Mareas, el máximo órgano del partido instrumental, que le pidió la renuncia. El grupo parlamentario desoyó lo que calificó como "declaración política" y mostró el choque interno entre la mayoría que controla el Consello -con la que pactó Luís Villares para hacerse con la portavocía- y los representantes parlamentarios. El Consello guarda silencio, pero uno de los representantes del bando oficialista ya dejó claro que la batalla continúa. "Más dura será la caída", escribió en las redes Xurxo Triñanes tras el aval del grupo parlamentario a Paula Quinteiro.

La dirección de Podemos -siete de los 14 diputados de En Marea son inscritos de este partido- evitó ayer censurar al Consello al recordar que no forman parte de la formación instrumental y pidió cerrar filas, al tiempo que reiteró la autonomía de los diputados. "Es fundamental que el grupo siga unido hasta el final de la legislatura", expuso la líder de la formación morada en Galicia.

Santos sostuvo que Quinteiro no "transgredió" ningún código ético del espacio de la confluencia y reconoció las dificultades para gestionar el caso, si bien rechazó que el PP "marque la agenda política" de la oposición. "Somos críticos", se diferenció del partido que gobierna el Estado y la Xunta y acusó a Mariano Rajoy de "cobrar en B", en alusión a los papeles de Bárcenas, y afeó a Alberto Núñez Feijóo sus "viajes de placer con el narcotraficante Marcial Dorado". "De eso no quiere hablar Feijóo", añadió.

Tampoco valoró el posible coste electoral de esta nueva brecha interna, al igual de los tres alcaldes urbanos de las mareas.