La Consellería de Medio Rural comenzó ayer la retirada de patata de seis almacenes de Muxía para proceder a su destrucción, tras incluir a este municipio en la lista de ayuntamientos infestados por la plaga de la polilla guatemalteca.

La directora xeral de Agricultura, Belén do Campo, hizo un llamamiento a la población para "no hacer movimientos de patatas", porque "hay que seguir incidiendo" en los riesgos que entraña continuar con esos movimientos".

Por su parte, el alcalde de Muxía, Félix Porto (PSOE), reclama a la Xunta que aclare "por qué fallaron los mecanismos de control" de la paga y explique "cómo es posible que salte 140 kilómetros y aparezca a un punto tan distante", como es este municipio de A Costa da Morte. "La preocupación es total y absoluta", advierte el regidor, para quien uno de los puntos "más preocupantes" es que esta alerta se produce porque "un vecino da una comunicación" y se llevan las patatatas a una oficina de Extensión Agraria. "Resuelta que no se detecta por ninguno de los controles de la Xunta", cuestiona el alcalde.

Plan de actuación

La Xunta sigue el "mismo protocolo de actuación" en Muxía que en los casos de Ferrolterra y A Mariña lucense. Todas las plantaciones que existan en este momento en Muxía "hay que desenterrarlas" para su destrucción, mientras lo mismo ocurre con los tubérculos de la pasada campaña que se encuentran en almacenes, que se recogerán para su eliminación. Los vecinos con plantaciones podrán informar desde ya en las oficinas agrarias comarcales.

A los vecinos de Muxía se les repartirán bolsas especiales en las que introducir las patatas que ellos mismos deberán levantar de sus plantaciones.

Posteriormente, Medio Rural establecerá rutas de recogida de los tubérculos levantados por los vecinos, que se llevarán hasta la planta de Gesuga en Cerceda (A Coruña) para su destrucción. Asimismo, quedará prohibida la plantación en este municipio durante dos años con el fin de conseguir la erradicación de la plaga.