Las oficinas técnicas de la sequía de las dos demarcaciones de la comunidad, la de Galicia-Costa y la del Miño-Sil, han propuesto pasar a situación de normalidad hidrográfica de forma que se abandona la prealerta por sequía tras las lluvias de los últimos meses.

De este modo, los técnicos constatan la recuperación del caudal base de los ríos gallegos debido a la intensidad de lluvias en este 2018, mientras los embalses se encuentran en niveles por encima de la media de los últimos años.

Las lluvias de Semana Santa han aumentado las reservas de los embalses. Casi 15 meses después de que la Xunta activase la prealerta por sequía debido al déficit hídrico que arrastraba la comunidad, con el nivel de las presas de abastecimiento y el caudal de los ríos bajo mínimos, el agua almacenada en los pantanos de la comunidad ha permitido desactivar las restricciones por falta de precipitaciones. Las presas de la demarcación Galicia-Costa, gestionada por la Xunta, superan en la actualidad los 600 hectómetros cúbicos, un 20% más que la media de los últimos diez años. Y los embalses de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, dependiente del Gobierno central, están por encima de los 2.400 hectómetros, casi un 7% más que la ocupación media de la última década.

El pasado mes de febrero, salvo tres zonas de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (Limia, Sil bajo y Cabe), Galicia salió de la alerta por sequía -decretada la primera semana de diciembre en toda la comunidad- y pasó a estado de prealerta. En los próximos días se reunirá la Oficina da Seca, de la que forman parte Augas de Galicia, la Consellería de Medio Rural, la Axencia Galega de Emerxencias y MeteoGalicia, para analizar si se ha normalizado la situación de déficit hídrico y, en consecuencia, poner fin a la prealerta.

Ocupación

Los datos de esta semana sitúan la ocupación de los embalses del Miño-Sil a casi el 81%, mientras que los de los ayuntamientos costeros es ya del 91%. De la demarcación Galicia-Costa, las presas de abastecimiento ya tienen una ocupación del 85,6%, 4,3 puntos más que hace un año.

De los nueve embalses que dan servicio a los concellos del litoral, cuatro están al 100%: Eiras y Zamáns, en Vigo, Pontillón de Castro (Pontevedra) y Beche (Abegondo). Con unas reservas que rondan el 98% está el pantano que suministra agua a los vecinos de Baiona. Le siguen en nivel de ocupación las presas que abastecen los hogares de Vilagarcía (casi el 88%) y Ferrol (cerca del 87%). Mientras en Caldas, las reservas superan el 72% y en Cecebre (A Coruña) ya están por encima del 70% -casi cuatro puntos más que hace un año-.

Tras decretarse la prealerta en enero de 2017, la situación llegó a su momento más crítico a finales de año, con toda Galicia en alerta por sequía. A partir de ese mes comenzaron a pasar borrascas por la Comunidad, que han incrementado los recursos por todo el territorio, y de una vuelta a la prealerta finalmente se recupera la normalidad.