Hace casi cuatro meses que los examinadores de Tráfico pusieron fin a la huelga iniciada en junio en demanda de un plus salarial de unos 250 euros mensuales. Pese a que no lograron el aumento, los funcionarios de la DGT desconvocaron los paros ante los perjuicios ocasionados a los aspirantes al carné -en Galicia se suspendieron más de 25.000 exámenes- y al sector de las autoescuelas -con unas pérdidas en la comunidad que rondaron los 4 millones- y a la espera de que el Gobierno incluyese en los presupuestos de 2018 la subida salarial reclamada por el colectivo.

Coincidiendo con la presentación esta semana de las cuentas del Estado, una representación de los examinadores de Tráfico de Galicia se manifestó ayer ante la Subdelegación del Gobierno en Ourense para reclamar que los presupuestos incluyan la subida salarial que habían pactado con los partidos de la oposición. De no percibir este año el aumento en sus nóminas, los examinadores volverán a la huelga.Presupuestos de 2018

La portavoz de la Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra) en Galicia, Vanesa Fernández, enmarcó la protesta en las acciones con las que se trata de "recordar a los grupos de oposición que firmaron el acuerdo con el que se desconvocó la huelga", que estos funcionarios están "pendientes que se refleje el incremento del complemento en los presupuesto de 2018". "Ya que el PP no tiene intención de hacerlo, que por lo menos la oposición recuerde su compromiso", sentenció. "El PP -lamentó- no se sumó, no fue capaz de encontrar un punto de encuentro y de inflexión, los únicos que se sentaron fueron los partidos de la oposición".

Tras las negociaciones rotas entre examinadores y DGT, el director de Tráfico, Gregorio Serrano, convocó en noviembre al comité de huelga para hacerle una oferta económica que pusiera fin al conflicto que cada día agravaba la lista de espera para examinarse y colocaba en números rojos las cuentas de las autoescuelas. Pero la propuesta, que según los examinadores se quedaba por debajo del plus salarial de 250 euros mensuales comprometidos por la anterior cúpula de la DGT en 2015, fue rechazada en las asambleas provinciales por el 98% de los trabajadores, que remitieron una contraoferta a Serrano. La respuesta llegó con la convocatoria de una rueda de prensa de la que no se informó a los examinadores en la que el director de Tráfico impuso para este mes unos servicios mínimos del 50% y anunció que aceleraría nuevos contratos.

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