El bastón de mando ha cambiado de color político desde las elecciones municipales de 2015 en diez ayuntamientos gallegos. La última moción de censura se produjo hace solo tres días en Fene, concello en el que la alianza del PP con las mareas de Somos Fene desalojó de la Alcaldía al BNG que gobernaba en coalición con Esquerda Unida. El próximo relevo lo forzarán los socialistas en Sobrado dos Monxes en un pleno convocado para el próximo jueves en el que tratarán de recuperar la Alcaldía y cuyos vecinos afrontarán, de prosperar la moción, su segundo cambio de alcalde en este mandato municipal.

A poco más de un año de las próximas elecciones locales, ya son más de 75.000 los gallegos que cambiaron de regidor tras una decena de mociones de censura. La provincia de A Coruña ha sido desde la pasada cita con las urnas la más convulsa en los concellos, con siete cambios de gobierno en el mapa autonómico: Sobrado, Boimorto, Noia, Santa Comba, Mugardos, Coristanco y Fene.

A la que en solo cuatro días se sumará la segunda del mandato en Sobrado, donde el PSdeG tratará de desbancar a la actual regidora, María Jesús García (Todo por Sobrado) con el apoyo de Juan Vicente Aller, un edil que acaba de entrar en la corporación para sustituir tras su marcha al portavoz local del PP, Jacobo Fernández. Con la presentación de esta moción, se busca que el socialista Lisardo Santos vuelva a ser alcalde, cargo del que fue apartado por otra moción de censura promovida hace solo un año por populares e independientes. Mientras el PP gallego desautoriza la iniciativa, la dirección autonómica del PSdeG defiende su "legitimidad" ya que permitirá a los socialistas, que fueron primera fuerza en las municipales de 2015, recuperar la Alcaldía.

Las tres mociones de censura restantes que movieron sillones en las corporaciones municipales se impulsaron en la provincia de Pontevedra: Oia, Pontecesures y Tui.

Pero no son los únicos cambios que han experimentado los ayuntamientos gallegos en sus equipos de gobierno desde las pasadas municipales. Además de las alianzas de los partidos de la oposición para hacerse con la Alcaldía, también el bastón de mando cambió en otra veintena de concellos por la implicación en causas judiciales, la asunción de otras responsabilidades políticas o una mera cuestión de relevo generacional.

Incluso hay concellos que llegaron a tener dos alcaldes sin verse sometido el pleno a una moción de censura. Es el caso del municipio coruñés de Negreira, donde Jorge Tuñas (PSdeG) fue sustituido por Manuel Ángel Leis tras verse envuelvo en un caso de supuesta apropiación de varios teléfonos móviles y acabó regresando al cargo tras la sentencia absolutoria.

Entre los últimos cambios en el salón de plenos municipal está el protagonizado por Julio Sacristán en Culleredo, que después de más de 30 años al frente del gobierno local se retiró. Y en diciembre, Domingo Diéguez fue proclamado alcalde de Trives tras la dimisión de Francisco Fernández Blanco por diferencias con su grupo (Agrupación Trivesa Independiente).

Como consecuencia de la fusión de Cerdedo y Cotobade, los dos ayuntamientos pontevedreses están regidos por una junta gestora que capitanea quien era el alcalde de Cotobade, Jorge Cubela.

En Sanxenxo, el popular Telmo Martín volvió a la Alcaldía tras un pacto alcanzado con Sanxenxo Agrupación Liberal, que rompió el gobierno que había formado con PSOE y BNG. El hasta entonces regidor, Gonzalo Pita, es ahora teniente de alcalde.

Otros de los motivos que provocaron cambios de alcalde en esta etapa fueron las inhabilitaciones judiciales. Ocurrió en Rairiz de Veiga, Vilariño de Conso y en Monterroso, entre otros. El caso más reciente es el de Antonio Pérez, quien dimitió en marzo como alcalde de Xinzo tras haber sido condenado por prevaricación, pasando el bastón de mando a Manuel López Casas (PP), informa Europa Press.