Sobre una moto todos somos de cristal. El año pasado más de 300 motoristas se rompieron en mil pedazos. El mensaje de la nueva campaña de concienciación de la DGT no deja indiferentes a los aficionados a las motos, que reclaman mejorar el mal estado de las carreteras y que se retiren los actuales guardarraíles. Y es que aunque están puestos para dar protección a los usuarios, para quienes circulan sobre dos ruedas se convierten en "auténticas cuchillas" en caso de caídas.

Si un accidente con un vehículo de cuatro ruedas puede dejar secuelas y ocasionar cientos de fallecidos cada año en las carreteras del país, sobre una motocicleta las consecuencias son más nefastas. El riesgo de morir en un siniestro sobre una moto es casi 20 veces superior que en un coche. El 95% de las víctimas mortales en un accidente en el que está implicado un vehículo de dos ruedas, el fallecido es el propio motorista. Los siniestros con motocicleta ocurridos durante el último lustro en las carreteras gallegas dejan un saldo de 76 fallecidos, 15 de ellos el año pasado.

La campaña de la DGT ha puesto de nuevo el foco en la vulnerabilidad de los aficionados a las motocicletas y ciclomotores y ha sacado a la luz las viejas reivindicaciones del colectivo: supresión de los guardarraíles, eliminación de baches, uniformidad en el asfalto y el uso de pinturas antideslizantes tanto en los pasos de cebra como en el resto de la señalización horizontal de los viales.

"La campaña nos recuerda lo vulnerables que somos ante el riesgo de un accidente, de ahí la conveniencia de usar no solo casco, sino también chaqueta, pantalones, guantes y botas con sus correspondientes protecciones, así como concienciar a los demás usuarios de la vía que nuestro cuerpo suele ser la chapa que recibe directamente cualquier impacto", relata Juan Pita, portavoz en Galicia de la Plataforma Motera para la Seguridad Vial.

Para Pita, invertir en seguridad es "la prevención". Pero reconoce que si no funciona la prevención educacional, "en ocasiones deben tomarse medidas más restrictivas para modificar conductas". "Sería más efectivo invertir en aumentar la flota de vehículos y agentes de la Guardia Civil, que son las verdaderas herramientas preventivas en carretera", sostiene el portavoz de la Plataforma Motera para la Seguridad Vial en Galicia. Y es que, según advierte, cuando se celebran eventos deportivos, como ciclocarreras, travesías ciclistas o rallies se percibe esa falta de vigilancia ya que las dotaciones "se ven obligadas a acudir a estos eventos [privados] cuando deberían estar realizando labores preventivas y de vigilancia y control", concluye Pita.

Pero desde los colectivos moteros también hay malestar por algunas iniciativas previstas por la DGT dentro del plan estratégico SegurMoto, que empezará a aplicar a partir del verano y que, entre otras medidas, figura la incorporación de motoristas camuflados de la Guardia Civil y de medios aéreos como drones y helicópteros para incrementar la vigilancia en los tramos peligrosos.

"Admitimos que hay motoristas imprudentes, y también muchos que ni siquiera saben ir en grupo cuando hacemos concentraciones pero no son la mayoría. Prácticamente todos respetamos las normas de circulación pero nos encontramos con baches, con marcas viales que resbalan, que hay cruces en los que por más que avisamos de que son peligrosos siguen en la misma situación... y el estado de las calzadas es lo más importante, sobre todo las carreteras nacionales dan mucha pena", detalla Francisco Alonso Cividanes, presidente de Vespa Club Galicia.

Parches en las vías

Desde la Plataforma Motera para la Seguridad Vial también advierten de la "falta de mantenimiento" en las carreteras gallegas, con muchas zonas de baches, asfaltado desgastado que hace que tengan poco agarre, falta de limpieza -sobre todo en las secundarias- con tramos llenos de barro, gravilla o hojas que hacen "peligrosa" la circulación. "La colocación de parches hacen que la zona de unión entre el asfaltado nuevo y el viejo, al igual que el tapado de grietas a base de betún producen el deslizamiento al pasar por encima de esas zonas, agravándose en circunstancias de lluvia o humedad", lamenta Juan Pita, quien advierte de que ante estas situaciones tienen que realizar "una conducción mucho más prudente, si cabe, para adaptarse a las circunstancias de la vía".

Gustavo González, presidente de Vespertanos, también pone bajo la lupa el estado de las carreteras. Entre los problemas más habituales en la red viaria, cita "muchos agujeros", vías literalmente "rotas" y "mal peraltadas", mala calidad de la pintura de las marcas viales "que debería ser antideslizante y no lo es porque usan la más barata", "los guardarraíles están prohibidos y no solo no se quitan sino que se siguen colocando". "Y como eso, muchas otras cosas", afirma. "Las carreteras no están preparadas para los motoristas, es una pena", constata.

En todo caso, el motero matiza que cuando habla de "persecución" hacia el colectivo no está haciendo una crítica a la labor de la Guardia Civil. "Entendemos que hacen su trabajo y que cumplen con lo que le mandan pero cuando estás circulando y los llevas detrás durante un kilómetro parece que están esperando a que metas la pata", cuestiona.

Con la visión de los moteros coincide Karina Barboni, de Moto Club Galicia, empresa familiar de grúas para motos que regenta junto a su hermano Daniel que también edita la Revista Motera. "El Gobierno exige pero no arregla las carreteras, queda mucho trabajo por hacer. No dudamos que se estén haciendo mejoras pero cada vez hay más radares, fijos y móviles, y las carreteras siguen estando muy mal. Un motoclub de Lugo subió a su perfil de Facebook un análisis del estado de las carreteras de la provincia, que es lamentable. Esa es la clave, y no las multas, para reducir los accidentes", concluye.

La campaña de la DGT El hombre de cristal forma parte del plan estratégico SegurMoto que se aprobará previsiblemente en julio y que contempla más de treinta medidas que se aplicarán progresivamente. Entre ellas está la posibilidad de que las motos también incorporen el sistema eCall de forma obligatoria y en esa línea la DGT está trabajando para que los fabricantes de motocicletas la introduzcan de forma obligatoria como ocurre desde el pasado 31 de marzo en los vehículos.