La Xunta elevará este año el presupuesto para prevención y extinción de incendios hasta los 192 millones de euros, 32 millones más que en 2017, año trágico en el que se quemaron solo en un fin de semana de octubre casi 50.000 hectáreas.

El Plan de Defensa contra Incendios (Pladiga), aprobado esta mañana por el Consello de la Xunta, cuenta con una inversión de 180 millones de euros, a los que se suman otros doce millones extra de otros dos programas relacionados con los incendios. Por un lado, está el plan Aprol Rural, que incluye una partida de siete millones para contratar operarios para realizar desbroces, y otra línea más de cinco millones de euros que se destinarán a talleres de empleo relacionados con el sector forestal.

La conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, explicó que este año se ha adelantado un mes el plazo para que los propietarios de fincas limpien los perímetros cercanos a casas o núcleos urbanos. Deberá estar desbrozado antes del 31 de mayo. "A partir de esa fecha se recurrirá según la ley a las sanciones pertinentes", advirtió, tras la reunión semanal del Consello de la Xunta.

También explicó que hasta ahora un total de 276 concellos firmaron convenios con la Xunta para la limpieza de franjas de seguridad, la compra de motobombas o la contratación de brigadistas, pero advirtió que hay 36 ayuntamientos que no firmaron ninguno de estos acuerdos.

El Pladiga incorpora novedades como la ampliación a octubre del periodo de alto riesgo, la instalación de 34 cámaras de vigilancia en el monte, la incorporación de un helicóptero con cámara, así como acuerdos con la Federación Galega de Caza para la prevención y extinción de incendios y la creación de Agrupaciones de Defensa contra Incendios.