Los gastos que hacen cada ejercicio los ayuntamientos todavía no han llegado al nivel precrisis. En 2016, último año del que Hacienda dispone de datos definitivos de liquidación presupuestaria, salieron de las arcas municipales gallegas 2.128,4 millones de euros, un 5,2% menos que en 2008 y un 4% menos que el ejercicio anterior. Una de las partidas más elevadas en las cuentas de las administraciones locales es la reservada para el pago de los salarios. Uno de cada tres euros que gastan los concellos va destinado a los sueldos de sus trabajadores. Las nóminas de las plantillas municipales en Galicia se llevaron en 2016 un total de 701,55 millones de euros, unas décimas por encima de los 699,19 del ejercicio anterior pero casi un 3% menos que los 722 millones de antes del estallido de la crisis.

Mientras, las inversiones siguen cayendo. En 2008, uno de cada cinco euros que gastaban los ayuntamientos gallegos se destinaba a obras. Entonces eran más de 450,5 millones los aprobados para infraestructuras. Pero el volumen inversor cayó a medida que Xunta y Estado metían tijera en sus transferencias, hasta dejar apenas 235 millones para la partida de inversiones en 2016, que solo representa el 11% de todos los gastos municipales.