En algunos puntos del monte, no demasiado lejos de viviendas -el acceso no suele ser complicado-, a veces crecen lavadoras y frigoríficos desahuciados en connivencia con colchones y escombros de obras. Son los puntos de vertido incontrolados (PVI), un problema que la Consellería de Medio Ambiente considera "difícil de inventariar", por cuanto la clausura y la limpieza de unos por parte de los concellos puede ir asociada a la aparición de nuevos focos. No obstante, la Xunta, que echa una mano a los ayuntamientos en la rehabilitación de los espacios degradados por los basureros improvisados, sí puede dar cuenta de cuántos ha ayudado a suprimir y rondarían el millar entre 2009 y 2018.

Medio Ambiente explica que si bien la competencia sobre los residuos de los vertidos incontrolados (en su mayor parte de carácter urbano o doméstico) corresponde a los municipios, el Ejecutivo gallego les presta apoyo con actuaciones de recuperación ambiental, primero a través del Plan Xeral de Adecuación, Selado e Clausura de Vertedoiros de Galicia (1998-1996) y ahora mediante el Plan de Xestión de Residuos Urbanos de Galicia 2010-2020, que incluye un subprograma específico de clausura de puntos de vertido incontrolado.

Al amparo de este programa, del que la Consellería atiende "la práctica totalidad de las solicitudes" recibidas, se suprimieron de 2009 a 2017 un total de 779 puntos de vertido sin control, lo que conllevó, explica, un coste para las arcas autonómicas de 5,2 millones. De estas actuaciones se beneficiaron un tercio de los concellos de la comunidad, señalan: un total de 125.

En lo que respecta al año pasado, las intervenciones con participación autonómica ascendieron a 153 y se concentraron en 22 municipios, cinco de ellos localizados en la provincia de A Coruña, donde se llegaron a suprimir 19 puntos. En Ourense se actuó en cinco ayuntamientos y 47 puntos; en Pontevedra fueron cinco los concellos y 38 puntos y en Lugo, los municipios beneficiarios se elevaron hasta 7, con un total de 49 PVI.

Las perspectivas son seguir en la misma senda este ejercicio. La Dirección Xeral de Calidade Ambiental tiene en su punto de mira para esta temporada destinar casi 900.000 euros a la limpieza de aproximadamente 145 PVI, por lo que entre 2009 y 2018 la Xunta habría eliminado cerca de un millar de vertederos repartidos por toda la geografía gallega.

En todo caso, desde la Administración gallega inciden en que la cifra de puntos que se pretenden erradicar a lo largo de este año son "una estimación inicial" habida cuenta de la experiencia de años anteriores. Medio Ambiente apunta que "en función de las necesidades que puedan surgir, del presupuesto final de las actuaciones que se vayan ejecutando y del crédito que pueda quedar disponible, en 2018 podría ampliarse la previsión inicial y enmendar una cifra todavía mayor de puntos de vertido incontrolados".

Si bien la Xunta considera que la naturaleza de estos puntos vuelve "imposible" la realización de un inventario, la Policía Autonómica informaba de que a lo largo de 2015 sus agentes habían detectado un total de 2.828 basureros de este tipo y que suponían 233 menos que en el ejercicio anterior. La mayoría eran depósitos ilegales de materiales de construcción, indicaron. El resto estaban conformados sobre todo de residuos domésticos y una pequeña parte reunían neumáticos.