Tras cinco años perdiendo población extranjera, Galicia sumó el año pasado 4.873 foráneos más, pero no ha sido suficiente para revertir la crisis demográficacrisis demográfica. Los fallecimientos y la emigración pesan más, y la comunidad sigue perdiendo vecinos. El Instituto Nacional de Estadística revelaba ayer que Galicia, a uno de enero de este año sumaba, 2.700.970 habitantes, que son 7.369 menos que doce meses antesGalicia 2.700.970 habitantes. El 3,4% son extranjeros hasta un total de 92.062, y la colonia más grande es la portuguesa.

La Xunta acaba de aprobar un plan que pretende paliar el declive demográfico de Galicia con el regreso de la diáspora gallega. Aspira a captar entre 20.000 y 22.000 gallegos que ahora residen en el extranjero entre este año y los dos próximos, así como lograr que al menos el 60% de ellos no supere los 45 años. El Gobierno de Núñez Feijóo confía más en la emigración y el regreso de retornados que en la natalidad para blindar el futuro demográfico de la comunidad.

Galicia lleva ocho años seguidos perdiendo población. Desde 2010 tiene 96.683 habitantes menos, un 3,5% de su padrón, a una media de 26 vecinos cada día. Para hacerse una idea de la despoblación que supone imagínense que la ciudad de Santiago y el concello de Corcubión redujeran su censo a cero.

En todo caso, el retroceso demográfico no es tan importante como el de años pasados. En 2017, Galicia perdió 7.369 habitantes, pero en 2016 fueron 10.186, y en 2015, 13.822, y en 2014, 16.348 y el año anterior, 17.245.

El retroceso es mayor en las provincias del interior. De los 7.369 habitantes que perdió Galicia el pasado año, el grueso son de Ourense (2.568) y de Lugo (2.402). Pontevedra vio mermado su censo en 1.196 vecinos y A Coruña, en 1.203. Mientras el padrón gallego continúa adelgazando, el padrón español aumenta por primera vez en cinco años. España tiene 46.698.569 habitantes, lo que supone un aumento de 126.437 personas (un 0,3%) respecto a los datos de 1 de enero de 2017.

Galicia no es la única autonomía que retrocede posiciones en el conjunto del Estado. Sufre la tercera mayor caída en cifras absolutas, después de Castilla y León (18.151 vecinos menos) y Extremadura (-7.369). En términos porcentuales, es la cuarta que sufre mayor retroceso, un 0,4%.

La llegada de extranjeros palía la crisis demográfica. Sería mucho peor si no llegasen a Galicia nuevos habitantes. También ayudan a rejuvenecer la comunidad y aumenta las posiblidades de que reputen los nacimientos en Galicia. La edad media de los gallegos es de 47,4 años, pero la de los foráneos cae a 36,8. Por nacionalidades las más jóvenes son las colonias de Guinea Ecuatorial (27,2 años) y de Marruecos, Mali, Argelia, Turquía y China (30 años).

LOS CENTENARIOS

Los datos del padrón a uno de enero de 2018 revelan que Galicia no solo pierde población, cada día envejece más, y esto tiene sus efectos socioeconómicos. Se necesitarán menos guarderías y más centros de día, menos pediatras y más gerontólogos, urgirán más pensiones y menos cheques bebé, se comprarán menos manuales de texto y más medicamentos.

Al observar la estructura de la población, se puede observar que en 20 años los gallegos mayores de 64 años se han disparado un 28%. Hay 147.011 más que en 1998, 69.989 más que en 2008 y 6.912 más que el año pasado.

En el caso de los centenarios, su número se duplicó con creces en la última década, al pasar de 657 a 1.644, y se quintuplicó desde 1998, cuando eran 338. Galicia cuenta con 1.644, unos 53 más que el año pasado.

Por el contrario, los menores de 15 años son un 10% menos que hace 20 años (33.548 menos) y 2.933 menos que el año pasado. En comparación con hace diez años, son 6.199 más. Por cada dos mayores de 64 años hay en Galicia un menor de quince años.

Los partos son cada vez menos, cuando la necesidad es la contraria. La comunidad precisaría disparar sus nacimientos ya al menos un 60% para empezar a atajar la crisis demográfica y dejar los números rojos por primera vez en siete años.

Como las madres de media en la comunidad tienen un hijo, la autonomía necesitaría 11.000 mujeres más dispuestas a tener descendencia este año para revertir los números rojos del saldo poblacional.

La previsión es que este año se registren 17.621 nacimientos, pero los fallecimientos serán 31.265, muertes que se pueden ver compensadas, solo en parte, por un saldo migratorio positivo en 3.000 personas. Para empezar a recuperar población, habrían de nacer al menos 11.000 bebés más.