José Rodríguez Silvosa era sastre y natural de Lugo y Ramón Somoza tratante de ganado y pertenecía al Partido Socialista de Monforte, del que fue concejal durante la Segunda República. Ambos estaban "muy significados por la izquierda", por lo que se vieron "obligados a huir" hasta que los fue a buscar la Guardia Civil y los "pasearon". Así recordaba ayer Carmen García Rodeja, de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), la historia de estas dos víctimas de la represión franquista enterradas en el cementerio de Castroncelos, en el municipio de A Pobra do Brollón, den Lugo. Sus restos fueron exhumados en verano de 2016 y ayer se los entregaron a los familiares en un acto solemne celebrado en la Casa da Cultura Olga Novo de este municipio lucense.

Con los acordes del Himno Galego y la marcha del Antiguo Reino de Galicia como banda sonora, los familiares recibieron los restos mortales de Silvosa y Somoza y escucharon las intervenciones de los escritores Xosé Lois García y Xulio Válcarcel, además del texto que envió desde Irlanda la poeta Olga Novo -natural también de A Pobra do Brollón- y que leyó en su nombre Noelia Besteiro. El alcalde de A Pobra do Brollón, José Luis Maceda y el regidor de Monforte, José Tomé, acompañaron a los familiares en la jornada de ayer junto a vecinos y miembros de la ARMH. Después de la entrega se realizó una ofrenda floral en el monolito de la iglesia de Castroncelos en homenaje a José María y Ricardo García Moral, cuya búsqueda propició precisamente la exhumación de Silvosa y Somoza.

Mientras el equipo de la ARMH recababa información sobre los casos de estos dos hermanos represaliados del franquismo y asesinados en septiembre de 1936, varios testimonios advirtieron de que había otras dos personas. Se trataba de otros dos represaliados, enterrados en 1938 en el mismo atrio de la iglesia de Castroncelos. A partir de esa noticia familiares de José Rodríguez Silvosa y de Ramón Somoza contactaron con la ARMH para averiguar dónde se encontraban sus parientes y consultados los libros de actas de defunciones del periodo 1936-1938 entre las inscripciones de fallecidos de forma extrajudicial, confirmaron sus identidades. Durante los días 30 de junio y 1 de julio del año 2016, con la presencia de las familias, se realizaron los trabajos de exhumación.

José Rodríguez Silvosa, natural de Lugo y sastre de profesión, llevaba residiendo en Monforte desde 1936, pocos meses antes del estallido del golpe de Estado. Participó en la resistencia al golpe de Estado en Monforte de Lemos, y desde el fracaso de esta y la toma de las fuerzas militares y falangistas del control, se vio obligado a huir a las montañas hasta que fue localizado y asesinado por la Guardia Civil el 10 de julio de 1938.

Ramón Somoza Álvarez, por su parte, era natural de Ponte Canedo (Ourense) y ganadero y vecino de Monforte, donde fue concejal durante la Segunda República. También participó en la resistencia que existió en Monforte contra los militares sublevados contra el gobierno republicano, pero finalmente escapó al monte a finales de julio de 1936 y fue asesinado un día después que José.

En los dos cuerpos se detectaron indicios de heridas graves y uno de los cráneos presentaba un orificio causado por un disparo de bala. Los análisis concluyeron, de hecho, que ambos habían fallecido por "disparos de arma larga de fuego".