Al volante, ni gota de alcohol. Tráfico se propone emular a países como Bulgaria, Eslovaquia, Rumanía o República Checa donde se aplica la tasa cero en la conducción. La DGT anunció hace ya un año su intención de no permitir consumo alguno para los conductores profesionales, tanto de transporte de mercancías como de viajeros, y esta misma semana confirmó que es uno de los cambios normativos incluidos en el anteproyecto de la nueva Ley de Seguridad Vial, ya remitido al Ministerio del Interior. Desde el sector del transporte en Galicia tachan la reforma de Tráfico de "excesiva" y advierten de que las tasas de alcohol al volante deberían ser "unificadas" para todos los conductores, con independencia del vehículo con el que se circule y los años de antigüedad del permiso.

"La única barrera entre profesionales y no profesionales es el tipo de permiso", argumenta Alberto Vila, coordinador general de la Federación Galega de Transportes (Fegatrans). "El efecto que tiene el alcohol en la conducción es el mismo para todos, por tanto deberían establecerse tasas unificadas", coincide el presidente de la Federación Empresarial de Transportes de Mercancías por Carretera de Galicia (Fetram), Antonio Señarís.

En la actualidad, el límite establecido para los profesionales del volante es de 0,15 miligramos de alcohol por litro de aire expirado ( 0,3 gramos en sangre), la misma que ara los conductores noveles. Para el resto de usuarios, el límite está en 0,25 miligramos en la prueba de aire (0,5 gramos por litro de sangre). Durante su participación en unas jornadas sobre drogas y conducción, organizadas por la Fundación Mapfre, el director de Tráfico, Gregorio Serrano, anunció la rebaja que se propone acometer su departamento sobre la tasa de alcohol para los profesionales. Pese al endurecimiento de la tolerancia de alcohol para el sector del transporte, Serrano reconoció que son "una minoría" los que conducen bajo sus efectos. Y, según explicó, es esa minoría "por el peligro potencial que supone, a la que van dirigidas estas acciones sobre los límites de alcoholemia, para que todos se sientan seguros en la carretera".

Para los profesionales del sector en Galicia, la tasa de alcohol cero al volante debería aplicarse "si las estadísticas revelan consumos que obligan a rebajar los límites" así como "los informes sanitarios concluyen que por debajo del 0,15 actual el alcohol merma las capacidades al volante", según detalla el coordinador de Fegatrans. "La tasa, de todas formas, debería ser igual para todos los conductores", defiende Alberto Vila. Una idea que comparte el presidente de Fetram: "Es lo mismo un 0,25 para un camionero que para el conductor de un turismo o de una furgoneta", sentencia Antonio Señarís.

La legislación española actual recoge sanciones de entre 500 y 1.000 euros y la pérdida de cuatro a seis puntos del carné para la conducción bajo la influencia del alcohol, aunque una tasa elevada eleva la infracción administrativa a delito, lo que conlleva pena de cárcel y la retirada del permiso de conducir de uno a cuatro años. "La sentencia si bebes no conduzcas está arraigada en el conductor español, pero en materia de drogas queda mucho por recorrer", reconoce el director de Tráfico, que anuncia que el próximo año aumentarán un 50% las pruebas de drogas -un total de 150.000 frente a las 100.000 que se esperan realizar este ejercicio-.

Furgonetas y autobuses

Los transportistas también ponen en el punto de mira a las furgonetas, un tipo de vehículo que en los últimos años ha protagonizado un repunte de la accidentalidad viaria. El sector reclama un mayor control sobre los vehículos comerciales pero que también se dedican al transporte, pero que al no superar los 3.500 kilos de peso no están obligados a llevar tacógrafo. Junto con las horas de descanso de los conductores de furgonetas que, según los colectivos de transportistas, también deberían reforzarse los controles de velocidad sobre estos vehículos que, advierten, "es menor".

Junto con la tasa de alcohol cero para los conductores profesionales, la DGT también se propone impulsar otras iniciativas ligadas a este sector, como la posibilidad de que las empresas puedan tener acceso a los puntos que tiene en su carné un empleado.

Otra de las medidas es la instalación de dispositivos en el interior de estos vehículos profesionales que detecten si el conductor ha consumido alcohol y/o drogas y que impidan poner el camión o autobús en marcha en caso de dar positivo. Es el llamado alcolock, implantado ya en países como Francia y que consiste en un etilómetro similar a los empleados por Guardia Civil y Policía Local que va conectado al vehículo y que bloquea el motor si el resultado de la prueba revela el consumo de alcohol o drogas.