Si el periodista coruñés Nacho Carretero en Fariña -obra convertida en serie televisiva y secuestrada desde febrero- retrata en forma de relato periodístico la historia del narcotráfico gallego centrada en los grandes capos -Sito Miñanco, Manuel Charlín y Laureano Oubiña-, el abogado coruñés José Manuel del Río recurre al thriller para describir la etapa de los narcos en el nuevo milenio. Con las licencias que permite la ficción, Del Río transporta al lector a la noche coruñesa de principios de este siglo a través del personaje de Daniel Piñeiro, un piloto de planeadoras de un clan del narcotráfico en Galicia que tras ocho años en la prisión de A Coruña trata de desvincularse de su pasado sin éxito y se ve obligado a retomar su papel de Dani Gasolina, el mito por el que era conocido. Las vivencias de esa época en la que el autor fue testigo de familias rotas y amistades consumidas por la droga aparecen reflejadas en La marea roja, que Del Río presentará mañana lunes en la Fnac a las 19.30 horas.

El propio Carretero es el autor del prólogo y la definió como "la novela de Fariña". Incluso el juez Baltasar Garzón, instructor de la operación Nécora, el primer gran golpe contra los grandes narcos gallegos, destaca que el La marea roja es "de lectura obligada para entender la realidad de millones de vidas segadas por la droga y por qué no se ha vencido aún al narcotráfico tras un siglo de represión".

- ¿Por qué eligió el formato de novela para recordar los años de finales de los 90 en A Coruña?

- La marea roja es un homenaje a las historias que ya no se cuentan de aquella época. Novelar la historia ofrece la posibilidad de contar la verdad a través de hechos inventados e incluso los diálogos recogen la forma de hablar. La gente que ha leído la novela y no conocía esa A Coruña se sorprende y los que sí conocían ese ambiente de noche vinculado a las drogas me hacen llegar que la situación era exactamente como aparece descrita. No ha vuelto a darse otra situación como a finales de los noventa en la que tanto en A Coruña como en el resto de Galicia coincidiese el tráfico y el consumo de tres sustancias para tres públicos distintos: empezaba a desaparecer la heroína en las clases más elitistas, la cocaína estaba por todas partes y comenzaba la irrupción del éxtasis.

- ¿Es la ciudad coruñesa un personaje más en la historia?

-Aparecen muchas referencias del callejero de A Coruña como la dársena, Monte Alto, la torre de Hércules, la antigua cárcel, Labañou, Penamoa, el Orzán, Riazor, el Millenium? para retratar el ambiente nocturno en el que se movía el protagonista en esa época. A los lectores también les llama la atención los guiños al fútbol en un momento en el que la vida de la ciudad estaba muy vinculada al éxito del Dépor, que acababa de ganar la Liga.

- El Dépor gana la Liga en el 2000 y las rías gallegas sufren la marea roja ¿Cómo relaciona ese concepto que da título a la obra con el narcotráfico?

-Coincidiendo con el fenómeno biológico de la marea roja que intoxicó las rías gallegas y obligó a cerrar los polígonos del mejillón y a un paro forzoso a los trabajadores del mar hago coincidir los hechos en esa época porque las drogas también conllevan una marea de sangre ya sea por la muerte a consecuencia de su consumo, por ajustes de cuentas... Además, la historia es un homenaje a Marea Blanca, un documental emitido en esa época en la televisión pública que se hacía eco de lo ocurrido con diez jóvenes cuya misión era cambiar el mundo pero que acabaron siendo devorados por la droga.

- Pese a que en la época que narra La marea roja el perfil del narcotraficante ha cambiado sigue presente la cultura del silencio tanto por parte de los involucrados como de la sociedad.

-El negocio está considerado como un juego y el protagonista tiene muy interiorizado su mecanismo y sabe que funciona si hay silencio y si en esta especie de cadena de montaje el eslabón más débil apenas tiene información. En Fariña Nacho Carretero recoge la época más folclórica y en el nuevo milenio se acabó la ostentación e impera el silencio. Hasta que no caen los grandes capos no se entiende que esa forma de operar ya no funciona y continúa la violencia pero de forma más subterránea.

- Pero el protagonista de su libro está considerado un mito.

-Es un mito pero en la calle y entre las personas que forman parte de ese submundo y en una sociedad casi secreta de esa A Coruña que la gente no ve. De hecho, tiene muy asumido que todo lo relacionado con el poder social trae la desgracia.

- Al salir de la cárcel el personaje principal quiere tener una vida lejos de las drogas ¿Por qué no lo consigue?

-Está obligado a volver no por su condición de piloto de planeadoras sino por lo que sabe. En estos casos es imposible no volver a ser la persona que ese entorno quiere que seas, que en este caso quieren ver a Dani Gasolina, como se le conoce en el mundo del narcotráfico, y no como Daniel Piñeiro.

- ¿Ha reflejado en la novela ejemplos de su experiencia como abogado en estos casos?

-Todo lo que aparece relacionado con la trama jurídica y carcelaria es parte de mi día a día y el resto forma parte de vivencias, recuerdos e información.

- Aunque el narcotráfico en Galicia se vincula con las Rías Baixas ¿también hubo descargas en A Coruña?

-La principal descarga que se narra en la novela se produce en Ribeira y, aunque a pequeña y gran escala la fama se la llevaba el sur gallego, también se usaban puertos de A Costa da Morte como Corme y Laxe e incluso el de A Coruña para el tráfico de drogas. Además, importantes narcotraficantes residían en la ciudad coruñesa o en zonas como Santa Cristina.

- En un momento donde el narcotráfico sigue de actualidad en la realidad informativa, en los libros y en la ficción televisiva ¿Qué novedad aporta La marea roja ?

-No me interesaba mostrar el bien y el mal y por eso no aparece en ningún momento la policía. Solo ofrezco el punto de vista de los delincuentes para identificar el problema y presentar a sus protagonistas pero sin juzgarles.