El sector de la construcción en Galicia empezó a tomar oxígeno a mediados de 2016. Aunque la obra pública todavía queda lejos del negocio que generaba en época de bonanza, la rehabilitación de viviendas y las nuevas promociones dieron más carga de trabajo a las empresas del ladrillo en la comunidad.

Pese a encadenar tres ejercicios consecutivos al alza, la construcción de obra nueva en la comunidad está muy lejos de los niveles precrisis y el sector ha fiado su actividad a la evolución de la vivienda usada. Es precisamente en los inmuebles de segunda mano donde emergen obras de rehabilitación y mejora de edificios que durante los últimos dos años han ganado fuerza en Galicia. Desde mediados de 2016, la carga de trabajo en el sector por la reforma de viviendas ha crecido un 30%, según apuntan fuentes del sector.

En obra nueva ya empieza a notarse en la comunidad la recuperación que hace meses se percibió en territorios donde la crisis del ladrillo paralizó antes las grúas y las excavadoras. En el arranque de esta año, la construcción de nuevas promociones creció un 15%. Constructores gallegos advierten de que la demanda es superior a las obras que han empezado a ejecutar, entre otros factores por la paralización judicial de algunos planes urbanísticos o el retraso en la aprobación de otros. En zonas como el área metropolitana de A Coruña, apuntan, se ha notado especialmente el repunte de nuevas promociones.