Pilar Mera.Según el informe de Greenpeace Destrucción a toda costa 2006, Galicia es la comunidad costera en la que están proyectadas más viviendas, 800.000, tantas como las ya construidas.-¿Está Galicia camino de convertirse en otra Costa del Sol?-Pues algo así. Lo que sucede es que los grandes terratenientes de la industria inmobiliaria ya no tienen suelo suficiente en la costa mediterránea, y lo están buscando en Galicia y Asturias. Porque además de viviendas, necesitan espacio para los campos de golf y los puertos deportivos, y en el Mediterráneo ya no queda tanto sitio.-Su informe cita la permisividad y el descontrol urbanístico que caracterizó la Xunta en años anteriores. ¿Cómo valora el cambio de Gobierno? -Hasta el año pasado, la legislación en Galicia era muy permisiva que permitía urbanizar hasta en los espacios protegidos y en los humedales costeros. Es cierto que eso ahora está cambiando con buenas medidas como la ley urgente del litoral. Sin embargo, esta ley llega bastante tarde y ha sido suavizada por las presiones de los constructores, que han conseguido que la prohibición de edificar a 500 metros se limite sólo a dos años. -Además del número de viviendas previstas, Galicia también lidera el ranking de corrupción urbanística, con 16 concellos y 25 políticos investigados-Si, eso es algo muy sintomático de cómo está la situación. Ha habido un desgobierno total en materia urbanística, los ayuntamientos han hecho lo que han querido y desde la Xunta, hasta el cambio de Gobierno, lo alentaban. De hecho, la ley urbanística que hay en Galicia es una copia exacta de la que había en Valencia, que hoy está denunciada en el tribunal europeo de Luxemburgo. Todos los datos del informe de este año sobre el litoral gallego son mucho peores que los del año pasado, así que hay que tener cuidado.-¿Qué amenazas específicas sufre la costa gallega?-En lugar de los campos de golf que abundan en otras comunidades como Asturias, en Galicia abunda la construcción exagerada de puertos deportivos, que es una constante año tras año. También es característico el problema de los incendios, que influyen en la presión urbanística y la gravísima contaminación de las rías gallegas.