"La convivencia es el camino frente a quienes quieren dividir", dijo la presidenta del Parlamento gallego, quien afirmó que "la concordia es un valor esencial para combatir a quienes se empeñan en sembrar la discordia y acrecentar las diferencias entre los pueblos".

La Ofrenda al Apóstol, celebrada esta mañana en la Catedral compostelana, congregó en el templo a cientos de fieles, peregrinos y visitantes, en un acto que contó con la presencia del presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño; de miembros de su Ejecutivo y de numerosas personalidades de la vida política y social gallega.

En esta ocasión, al igual que ocurrió el año pasado, siendo oferente el propio presidente Pérez Touriño, no asistieron los miembros del BNG que forman junto al PSdeG-PSOE el Gobierno gallego, y que celebraron el Día de Galicia por separado con una manifestación encabezada por su portavoz nacional y vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana.

En su intervención, la presidenta del Parlamento gallego apeló al fin del terrorismo y las guerras. "Debemos apelar al fin del terrorismo; se hace necesario un nuevo llamamiento para evitar que la violencia se adueñe de identidades políticas o culturales o se erija en voz de religiones y fe, que nada tiene que ver con el odio", subrayó.

Dolores Villarino también aludió a las circunstancias que padecen los menos favorecidos y los grupos más vulnerables, y al esfuerzo que debe hacer la sociedad para que los inmigrantes convivan en plena igualdad con los que los acogen.

También se refirió a otras formas de injusticia social, como la violencia de género, "que, por cotidianas, a menudo nos pasan desapercibidas". "La violencia que se ejerce dentro del hogar, especialmente contra las mujeres y los niños, requiere de nuestro esfuerzo para su erradicación", indicó.

La presidenta de la Cámara legislativa autonómica pidió la protección del Apóstol para que el pueblo gallego pueda conservar "las esencias de su identidad".

"Te pido -dijo- que la lengua sea motivo de orgullo para todos los gallegos y gallegas, y que, respetando la libertad de los individuos, que cada vez sean más los jóvenes que incorporen el gallego a sus conversaciones cotidianas, y más los padres y madres comprometidos en la transmisión a sus hijos de esta riqueza".

En su homilía de respuesta a la Ofrenda, el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, evocó a los grandes valores morales del perdón, reconciliación y paz, como base del fundamento de la conciencia de las personas.

"Asentar los cimientos de la sociedad significa superar las fuerzas destructivas del mal", dijo monseñor Barrio, que al igual que la presidenta del Parlamento gallego hizo uso del castellano y del gallego en su intervención.

Se refirió también al proyecto cristiano en la vida de la sociedad española, en un contexto social y cultural "en que con frecuencia se ve desdeñado".

En este sentido, señaló que "no podemos perder la memoria y la herencia cristianas por causa de un agnosticismo práctico y de la indiferencia religiosa, dando la impresión de vivir sin base espiritual y como herederos que han despilfarrado el patrimonio heredado".a presidenta del Parlamento de Galicia, Dolores Villarino, apeló hoy, durante su intervención como delegada regia en la Ofrenda al Apóstol Santiago, a la concordia y a la convivencia en paz para erradicar el terrorismo y las guerras.

"La convivencia es el camino frente a quienes quieren dividir", dijo la presidenta del Parlamento gallego, quien afirmó que "la concordia es un valor esencial para combatir a quienes se empeñan en sembrar la discordia y acrecentar las diferencias entre los pueblos".

La Ofrenda al Apóstol, celebrada esta mañana en la Catedral compostelana, congregó en el templo a cientos de fieles, peregrinos y visitantes, en un acto que contó con la presencia del presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño; de miembros de su Ejecutivo y de numerosas personalidades de la vida política y social gallega.

En esta ocasión, al igual que ocurrió el año pasado, siendo oferente el propio presidente Pérez Touriño, no asistieron los miembros del BNG que forman junto al PSdeG-PSOE el Gobierno gallego, y que celebraron el Día de Galicia por separado con una manifestación encabezada por su portavoz nacional y vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana.

En su intervención, la presidenta del Parlamento gallego apeló al fin del terrorismo y las guerras. "Debemos apelar al fin del terrorismo; se hace necesario un nuevo llamamiento para evitar que la violencia se adueñe de identidades políticas o culturales o se erija en voz de religiones y fe, que nada tiene que ver con el odio", subrayó.

Dolores Villarino también aludió a las circunstancias que padecen los menos favorecidos y los grupos más vulnerables, y al esfuerzo que debe hacer la sociedad para que los inmigrantes convivan en plena igualdad con los que los acogen.

También se refirió a otras formas de injusticia social, como la violencia de género, "que, por cotidianas, a menudo nos pasan desapercibidas". "La violencia que se ejerce dentro del hogar, especialmente contra las mujeres y los niños, requiere de nuestro esfuerzo para su erradicación", indicó.

La presidenta de la Cámara legislativa autonómica pidió la protección del Apóstol para que el pueblo gallego pueda conservar "las esencias de su identidad".

"Te pido -dijo- que la lengua sea motivo de orgullo para todos los gallegos y gallegas, y que, respetando la libertad de los individuos, que cada vez sean más los jóvenes que incorporen el gallego a sus conversaciones cotidianas, y más los padres y madres comprometidos en la transmisión a sus hijos de esta riqueza".

En su homilía de respuesta a la Ofrenda, el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, evocó a los grandes valores morales del perdón, reconciliación y paz, como base del fundamento de la conciencia de las personas.

"Asentar los cimientos de la sociedad significa superar las fuerzas destructivas del mal", dijo monseñor Barrio, que al igual que la presidenta del Parlamento gallego hizo uso del castellano y del gallego en su intervención.

Se refirió también al proyecto cristiano en la vida de la sociedad española, en un contexto social y cultural "en que con frecuencia se ve desdeñado".

En este sentido, señaló que "no podemos perder la memoria y la herencia cristianas por causa de un agnosticismo práctico y de la indiferencia religiosa, dando la impresión de vivir sin base espiritual y como herederos que han despilfarrado el patrimonio heredado".a presidenta del Parlamento de Galicia, Dolores Villarino, apeló hoy, durante su intervención como delegada regia en la Ofrenda al Apóstol Santiago, a la concordia y a la convivencia en paz para erradicar el terrorismo y las guerras.

"La convivencia es el camino frente a quienes quieren dividir", dijo la presidenta del Parlamento gallego, quien afirmó que "la concordia es un valor esencial para combatir a quienes se empeñan en sembrar la discordia y acrecentar las diferencias entre los pueblos".

La Ofrenda al Apóstol, celebrada esta mañana en la Catedral compostelana, congregó en el templo a cientos de fieles, peregrinos y visitantes, en un acto que contó con la presencia del presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño; de miembros de su Ejecutivo y de numerosas personalidades de la vida política y social gallega.

En esta ocasión, al igual que ocurrió el año pasado, siendo oferente el propio presidente Pérez Touriño, no asistieron los miembros del BNG que forman junto al PSdeG-PSOE el Gobierno gallego, y que celebraron el Día de Galicia por separado con una manifestación encabezada por su portavoz nacional y vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana.

En su intervención, la presidenta del Parlamento gallego apeló al fin del terrorismo y las guerras. "Debemos apelar al fin del terrorismo; se hace necesario un nuevo llamamiento para evitar que la violencia se adueñe de identidades políticas o culturales o se erija en voz de religiones y fe, que nada tiene que ver con el odio", subrayó.

Dolores Villarino también aludió a las circunstancias que padecen los menos favorecidos y los grupos más vulnerables, y al esfuerzo que debe hacer la sociedad para que los inmigrantes convivan en plena igualdad con los que los acogen.

También se refirió a otras formas de injusticia social, como la violencia de género, "que, por cotidianas, a menudo nos pasan desapercibidas". "La violencia que se ejerce dentro del hogar, especialmente contra las mujeres y los niños, requiere de nuestro esfuerzo para su erradicación", indicó.

La presidenta de la Cámara legislativa autonómica pidió la protección del Apóstol para que el pueblo gallego pueda conservar "las esencias de su identidad".

"Te pido -dijo- que la lengua sea motivo de orgullo para todos los gallegos y gallegas, y que, respetando la libertad de los individuos, que cada vez sean más los jóvenes que incorporen el gallego a sus conversaciones cotidianas, y más los padres y madres comprometidos en la transmisión a sus hijos de esta riqueza".

En su homilía de respuesta a la Ofrenda, el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, evocó a los grandes valores morales del perdón, reconciliación y paz, como base del fundamento de la conciencia de las personas.

"Asentar los cimientos de la sociedad significa superar las fuerzas destructivas del mal", dijo monseñor Barrio, que al igual que la presidenta del Parlamento gallego hizo uso del castellano y del gallego en su intervención.

Se refirió también al proyecto cristiano en la vida de la sociedad española, en un contexto social y cultural "en que con frecuencia se ve desdeñado".

En este sentido, señaló que "no podemos perder la memoria y la herencia cristianas por causa de un agnosticismo práctico y de la indiferencia religiosa, dando la impresión de vivir sin base espiritual y como herederos que han despilfarrado el patrimonio heredado".