No han pasado ni dos meses desde que Pete Doherty, el 'chico más gamberro', del panorama musical pisara la penitenciaría y de nuevo ya está en la calle. No obstante, Doherty ahora deberá enfrentarse a nuevos cargos interpuestos contra él por parte las autoridades alemanas, que le acusan de robo.

Al cantante de los Libertines le está pasando factura su ritmo de vida. Pete fue condenado a seis meses de prisión el pasado mes de mayo después de que la policía registrara el apartamento en el que se encontraba con su compañero Robyn Whitehead (que falleció por sobredosis). Al parecer ambos habían estado fumando crack, motivo por el cual acabó entre rejas.

El pasado 4 de julio, se publicó en la página oficial de la estrella un post que anunciaba: "En esta soleada y brillante mañana Pete ha salido de prisión y agradece a todo el mundo su valioso apoyo durante sus días mientras ha estado dentro".

Pero Doherty todavía no debe cantar victoria ya que sus conflictos legales continúan, esta vez en Alemania. El Gobierno germano quiere sentar en el banquillo al cantante acusado de un presunto robo con violencia el pasado 11 de marzo.

De demostrarse su culpabilidad, Pete tendría que cumplir una condena de hasta 5 años de prisión, aunque por el momento niega tener el más mínimo recuerdo de haber estado en la tienda en la presuntamente entró de manera violenta.