Parece que los rumores de separación por la supuesta infidelidad de Asthon Kutcher están dañando a la actriz. No solo su estado anímico y físico, sino que además ha demostrado que tiene los nervios a flor de piel. Tanto es así que llegó a las manos con un fotógrafo.

Desde que comenzasen los rumores sobre una posible noche loca del actor, el aspecto físico de Demi Moore ha sido una de las cosas que más ha llamado la atención. Muchas personas pierden el apetito ante algún disgusto y esto debe haber sido lo que le ha pasado a la actriz, que ha visto cómo su figura y su rostro se han visto afectados en pocas semanas.

Por si todo ese fuese poco, los nervios de la actriz le han hecho vivir un acontecimiento muy desagradable cuando salía de un salón de belleza de Los Ángeles.

Según ha contado el fotógrafo implicado a 'E!Online', Demi "estaba fuera de sí". "Intentó quitarme la cámara de un manotazo", añadía.

Al parecer el paparazzi estaba intentado retratar su delgadez.