Los placeros de Malpica que el pasado 27 de mayo fueron desalojados del edificio municipal para poder ejecutar las obras de reforma del inmueble podrán regresar a sus puestos de trabajo mientras duran los trabajos. El alcalde, Eduardo Parga, anunció ayer que a partir del lunes regresarán a las instalaciones, ya que se han comprometido a respetar una serie de normas de seguridad que exige la empresa para llevar a cabo los trabajos simultáneamente sin problemas.

Los empresarios ocuparán la mitad de las instalaciones mientras se ejecutan las obras en la otra mitad. Los carniceros, que eran los que tenían el mayor problema a la hora de ser realojados debido a las cámaras frigoríficas, ocuparán los mismos puestos que tenían antes y cuando pasen a la otra parte del edificio se tendrán que ir turnando, por lo que cada uno de ellos tendrá que interrumpir su actividad durante una o dos semanas.

El alcalde se mostró satisfecho de buscar una solución provisional para los comerciantes, ya que desde su desalojo algunos venden sus productos en la calle, pero otros como los carniceros no pueden hacerlo y están sin trabajar desde entonces. Además, afirmó que durante el verano cuando la localidad se llena de gente no es una buena imagen tener a los vendedores en la calle. A finales del pasado año todos los grupos políticos de la Corporación aprobaron en pleno que los placeros podrían seguir trabajando en el inmueble mientras durasen las obras, aunque después se inició un conflicto con el anterior alcalde que terminó con su desalojo, puesto que se negaban a abandonar el edificio mientras no se adjudicasen los puestos y les ofreciesen una serie de garantías.

Con el cambio de Corporación el pasado 11 de junio, el actual regidor anunció que una de sus prioridades era solucionar este conflicto. Aunque en principio se barajó la posibilidad de realojarlos en otro lugar, la idea fue descartada.

El alcalde afirmó que mientras se ejecutan las obras se tramita todo el expediente para que cuando estén terminadas puedan sacarse a subasta los puestos. La mayoría de las concesiones del mercado de abastos terminaron hace seis años, por lo que desde entonces se encuentran en situación irregular.