Tiene un nombre feo, PR-G 87, pero es la ruta de senderismo más espectacular de la comarca coruñesa, veinte kilómetros a pie donde se suceden impresionantes acantilados, furnas, faros, baterías de costa, fuentes, castros, islotes y puertos. Oleiros demuestra así que su turismo no se limita a las playas sino que cuenta con itinerarios que combinan historia y naturaleza.

Este Sendero de Pequeno Recorrido, como se denomina, se inicia junto a la laguna de Mera, donde paran numerosas aves y donde se puede ver la chimenea, restaurada, de una antigua tejera. El caminante puede recorrer todo el paseo marítimo por la playa hasta Espiñeiro, cruzar por el típico barrio marinero de Xoez y pasar por punta Bufadoiro, con grandiosas vistas hacia A Coruña y la Torre de Hércules y toda la bahía.

En esta zona se encuentran también los faros, construidos sobre 1917, y la antigua casa del farero reconvertida en centro de recepción de visitantes del Monumento Natural que es toda la Costa de Dexo-Maianca desde el año 2000. En los alrededores se pueden ver restos de la antigua batería de Mera, construida entre 1640 y 1655. También hay colonias de cuervos marinos y gaviotas patiamarillas en los acantilados y el manantial de Fontenla.

La ruta de senderismo sigue por la ensenada de Canabal que vista desde la carretera podría pasar por una playa caribeña por su belleza paradisíaca. La caminata prosigue por Seixo Branco, la gran veta de cuarzo blanco del acantilado. En este entorno se pueden ver las peculiares furnas, huecos en las rocas al borde del mar que hasta tienen nombre, como Ollo Grande, Ollo Pequeno, A Regocha...

Restos de antiguas instalaciones militares también existen en Seixo Branco. Es una antigua batería de proyectores diseñada antes de la Guerra Civil que funcionó a principios de los años cuarenta y que luego se abandonó hasta que el Ministerio de Defensa la desafectó en 1993. Aún son visibles los restos de un edificio abandonado donde se guardaba el proyector (que iluminaban posibles objetivos en la costa) y un búnker.

El recorrido sigue hasta el castro de Subiña, rodeado de un pequeño bosque de pinos y eucaliptos donde pueden verse ardillas. Un poco más lejos se encuentra el manantial de Fonte Ornela. De Subiña se llega a la iglesia románica de Dexo y cerca se encuentra la ensenada y el puerto de Dexo, visibles desde un mirador.

Un poco más adelante se encuentra el lavadero del río da Pedra y a lo lejos se ve la isla A Marola. El sendero, en paralelo a la costa, sigue por la Cova do Ladrón, una cueva natural, y el castro de Castromén. A éste le sigue el castro de Punta de Roza, antes de llegar al puerto de Lorbé. Más adelante se atraviesa un bosque hasta llegar a otro castro, el de punta Torrella, desde donde puede observarse la boca de la ría de Ares-Betanzos.

La ruta puede finalizarse en Lorbé o seguir por el interior hasta la iglesia de Maianca y de ahí de nuevo a Mera. El Concello editó una guía donde publicita este itinerario.