El Ayuntamiento de A Coruña ha establecido un operativo especial de vigilancia en las playas de la ciudad, con especial relevancia en los arenales de Oza y Santa Cristina, para controlar el vertido de queroseno que se ha producido esta madrugada junto al área de servicio de O Burgo y que ha llegado hasta la ría.

El alcalde de la ciudad, Carlos Negreira, ha destacado la "plena y absoluta coordinación" entre la Xunta, como administración competente, el ejecutivo municipal y la Delegación del Gobierno en las labores de control y limpieza del vertido.

Negreira y el responsable municipal del área de Medio Ambiente, Enrique Salvador, se desplazaron a primera hora de la tarde hasta la zona del vertido para conocer de primera mano cómo estaba la situación.

El vertido se produjo a la una de la madrugada, cuando un camión cisterna estacionado en el área de descanso de O Burgo (Culleredo) derramó alrededor de 36.500 litros de queroseno (uno de los hidrocarburos que se volatiliza con mayor rapidez), de los que 33.000 llegaron a la ría.

El alcalde quiso destacar el trabajo de coordinación desarrollado por todas las administraciones desde el primer momento.

La Xunta ha decretado el cierre de la ría, puesto que la Consellería de Presidencia es la encargada de dirigir el operativo y poner en marcha el Plan de Contingencias para la Lucha contra la Contaminación.

Por su parte, el Ayuntamiento también ha participado en el comité técnico en el que se ha analizado la situación del vertido, localizado por la mañana entre el puente romano de O Temple y el puente de la autopista.

Además de activar un sistema de vigilancia en las playas, donde técnicos de Protección Civil han analizado la calidad del agua, el Ayuntamiento también ha colocado la bandera amarilla en los arenales de Oza y Santa Cristina y ha desplegado un operativo en la entrada de la ría compuesto por dos lanchas y ocho miembros de Protección Civil.