El Ministerio de Medio Ambiente está "a la espera" de que la Xunta financie el saneamiento integral de la ría de O Burgo para adjudicar las obras de regeneración de las playas Grande y A Ribeira, en Miño; As Delicias y Nova, en Sada, y Gandarío, en Bergondo.

Según informó el departamento estatal, el proyecto titulado Actuación medioambiental en la ría de O Pedrido, que aprobó de forma definitiva el pasado 6 de julio, "no debe comenzar hasta que no se garantice que ya no se producen vertidos contaminados". De hecho, el lugar escogido por el Ministerio de Medio Ambiente para realizar el dragado del que se extraerá la arena necesaria para ampliar los arenales de Miño, Sada y Gandarío está próximo a la bocana de la ría de A Coruña.

En un primer momento, el Ministerio de Medio Ambiente pretendía realizar el dragado en la zona de O Pedrido, en la desembocadura del Mandeo, pero renunció a esta opción por tratarse de una zona protegida -Lugar de Interés Comunitario (LIC) Betanzos-Mandeo- y para eliminar "los riesgos de dispersión de contaminantes". Otro de los motivos por los que rechazó el dragado en O Pedrido es porque la arena posee "abundantes restos de conchas y en ocasiones rocas" y porque su tamaño medio es "muy pequeño". Así, la zona finalmente escogida para extraer 866.000 metros cúbicos de áridos se sitúa al norte de la playa de Veigue, en Sada, y al este de punta Torrella, en Oleiros.

El pasado 15 de febrero, la Secretaría de Estado de Cambio Climático aprobaba el pliego de particularidades que regirán la contratación del proyecto, que cuenta con un presupuesto base de adjudicación de 6,1 millones de euros. No obstante, en su presupuesto para este año el Ministerio de Medio Ambiente no reservó ninguna partida para poner en marcha la actuación. Preguntado por esta circunstancia, a finales de 2010 afirmaba que "llegado el momento" podía destinarse alguna partida de capítulos generales para su ejecución.

Entonces, los técnicos del departamento estatal todavía adaptaban el proyecto a lo recogido en la Declaración de Impacto Ambiental. En ella se reconoce que el dragado afectará a bancos marisqueros, por lo que se ordena reservar una partida de 60.000 euros para pagar a las mariscadoras y que sean éstas las que retiren y resiembren los bivalvos. También se establece que la extracción de arena sólo se podrá realizar durante el segundo semestre del año y se retira del proyecto la playa de Regueiro, en Bergondo.