"Me puse muy nerviosa, tuve mucho miedo. Después de ir de ventana en ventana y ver que estaba todo cerrado, las cortinas cortadas, me desesperé e intenté hablar con él, le hablé de mi hijo pequeño, de siete años, y le convencí, me dio la llave y me dijo: 'Sal'. Le dije que viniese conmigo pero me dijo que él quería morirse allí". Así relató ayer Silvia López, ya en casa de sus padres y a escasos metros de la suya, el terror sufrido en la madrugada del domingo cuando su pareja intentó suicidarse llevándosela a ella por delante.

Silvia afirma que nunca la maltrató. "En los últimos tiempos sí que se enfadaba mucho porque tenía problemas económicos, y verbalmente te hacía desprecios, pero yo cogía y me iba para casa de mi madre hasta que le pasaba. Nunca pensé que haría algo así, nunca había intentado nada contra mí y yo siempre había intentado cuidarlo. El estaba en tratamiento psiquiátrico y un psicoanalista amigo me dijo hace unos días que estaba al límite y por eso estaba en trámites para ingresar", explicó.

José Manuel es el propietario de la conocida discoteca Bambina de Santa Cristina y de un restaurante en la calle Ramón y Cajal de A Coruña. Según su perfil de Facebook la discoteca estaba a la venta: "Discoteca full equipe, rentabilidad 6.000 euros al mes".

"Ardió toda mi ropa. La tele se derritió, estallaron las ventanas y los jarrones", apuntó Silvia, quien recordó que hace cuatro días, el pasado jueves, José Manuel ya había intentado suicidarse, había tomado muchas pastillas y había dejado una nota que decía: "Yazgo en el sitio que quiero". Le encontró debajo de la cama.

Los médicos de la ambulancia que le atendieron ese día fueron los mismos que acudieron en la madrugada del domingo a Bergondo.