Las obras de urbanización del "revulsivo económico del siglo", como definía en 2005 el exalcalde Manuel Pose al polígono de Morás, prosiguen al ralentí transcurridos ya casi cinco meses del ultimátum de la adjudicataria de las obras, Puentes y Calzadas y Daviña, que exige una subida aproximada del 33% sobre el contrato inicial para reanudar el ritmo de los trabajos.

Las parcelas deberían salir a la venta el último semestre del año, aunque la Xunta admitía ya a principios de mes que los desacuerdos económicos con la constructora podrían aplazar el concurso hasta principios del año 2012.

El "inminente" acuerdo que la Consellería de Medio Ambiente anunciaba ya el pasado mes de julio no llega. Las máquinas se hacen de rogar a pesar de que la delegada provincial, Belén do Campo anunciaba en agosto que las negociaciones se habían desbloqueado. Consultados ayer sobre posibles avances, el departamento autonómico que dirige Agustín Hernández se mostraba cauto. "No hay novedades", respondía un portavoz de la Consellería.

El retraso se suma a la dilatada lista de moratorias que frena la apertura del parque industrial más grande de Galicia, proyectado ya en 2005 y que no empezó a ejecutarse hasta tres años después. Las obras del polígono de Morás deberían haber finalizado en agosto de 2009. Los trabajos, que salieron a concurso por 52 millones, fueron adjudicados el 15 de mayo de 2008 por 32,2 y fijaban un plazo máximo de 15 meses para su ejecución. Las dificultades en la expropiación del suelo y las derivadas de la complicada orografía de los terrenos fueron dos de las causas de las sucesivas prórrogas a una obra que ha rebasado el umbral máximo de moratorias, según un particular, que ha presentado un escrito en el Consello de la Xunta en el que exige que se declare la caducidad del polígono, que tenía como último plazo de ejecución el 20 de octubre de 2010, sostiene. El Gobierno gallego ha rechazado la petición y mantiene su confianza en alcanzar un acuerdo en breve con la adjudicataria.