Varias familias que el pasado domingo paseaban por el Monumento Natural de Costa de Dexo en Oleiros llamaron a la Guardia Civil para denunciar que unos cazadores disparaban a escasos metros de la ruta habitual de senderismo.

"Estábamos paseando por el sendero oficial de la Costa de Dexo, donde están instalados carteles informativos que dicen lo que se puede ver en cada punto, hierbas y pájaros, es decir, que es la ruta de senderismo, y había mucha gente con niños. De repente oímos un disparo, me giro y veo a un cazador a unos cinco metros, y detrás a otros, con la escopeta montada y apuntando. Si alguno tropieza, nos fura", declaró un padre que el pasado domingo acudió con su pareja y su niña pequeña a esta zona de acantilados muy frecuentada por paseantes y senderistas en verano.

Otro paseante que disfrutaba de la soleada tarde de domingo paseando acudió al cuartel de la Guardia Civil de Oleiros. Los agentes le confirmaron que existe efectivamente un coto de caza y el pasado domingo fue el primer día de la temporada. Tras varias llamadas de alarma tanto en la Guardia Civil como en la Policía Local, una patrulla de esta última se acercó a última hora hasta la zona, aunque los cazadores ya se habían ido.

"Nosotros no vimos ningún cartel que avisase de que había caza en la zona donde estábamos, a la altura de Seixo Branco. Si ellos están autorizados a cazar por ahí, que separen bien la zona de caza del sendero por donde pasea la gente porque cualquier día puede haber un accidente, lo del pasado domingo fue terrible, nos asustamos", agregó uno de los padres afectados.

La Costa de Dexo, desde el cabo de Mera hasta el puerto de Lorbé, está declarada Espacio Natural Protegido con categoría de Monumento Natural desde 2000. Sin embargo ninguna normativa prohíbe la caza en la zona, aunque sí se impide en otros espacios naturales. La zona de la costa de Dexo está incluida dentro del coto de la sociedad As Gabeiras, que abarca más de 2.000 hectáreas desde Mera hasta Fontán (Sada). Según su responsable, están autorizados por la Xunta desde los años ochenta para caza menor y renuevan matrícula cada año. La sociedad destaca que el coto ya existía cuando se declaró esta zona como Monumento Natural.