Un camposanto para okupas. Al menos así lo parece el cementerio de Fisterra diseñado por el arquitecto César Portela y que desde hace trece años se encuentra sumido en el olvido. Durante las últimas semanas la necrópolis se ha convertido en una especie de albergue para peregrinos y viajeros que llegan al Fin del Mundo sin un rumbo fijo. La pasada semana, algunos vecinos de la localidad se encontraron con hasta cuatro personas ocupando la necrópolis el mismo día, aunque normalmente suelen instalarse allí durante la noche para descansar.

De nada le valió al Concello sellar el nicho que ocupó durante casi dos meses el primer okupa -al menos oficialmente- que llegó al camposanto por el mes de noviembre. La situación sentó precedente y después de él llegaron más. Y casi seguro que no serán los últimos, porque parece que el asunto no ha hecho más que empezar.

El Bloque de Fisterra ya dio la voz de alarma y culpa al Concello de la situación, en particular al alcalde, José Manuel Traba, por dejadez de sus funciones. De hecho, insiste en que si no fuese por su partido, que amenazó con recurrir a los tribunales, el regidor ni siquiera habría desalojado al primer okupa. El portavoz nacionalista, Modesto Fraga, califica de "esperpéntica" esta situación y de dar una imagen tercermundista del pueblo, aunque aclara que él no tiene nada en contra de esa gente, que por motivos muy diversos se apodera de la infraestructura pública. "Lo que no se puede permitir es que cada quien haga lo que le da la gana porque sino esto es un caos", matiza el portavoz nacionalista.

El edil lamenta que mientras el alcalde y el edil de Cultura están participando en la Feria de Turismo de Madrid "despilfarrando el dinero de todos los contribuyentes" no se ponga en marcha ninguna medida real para poner en valor el turismo en la localidad, en particular en el Monte do Cabo, que se encuentra en un estado de abandono absoluto. El Concello lleva años esperando por la aprobación del prometido plan director del Monte do Cabo y que se rematen las obras del cementerio civil diseñado por el prestigioso arquitecto. "Es vergonzoso que mientras el alcalde y el concejal acuden a Fitur con cargo a las arcas municipales, el cementerio de Portela continúa lleno de okupas de las más diversas latitudes", se queja Modesto Fraga.

"Está claro que la desidia y el abandono que padece nuestro municipio está a punto de poner en riesgo la distinción de Patrimonio Europeo, dado que con acciones de este tipo la desvalorización de nuestro entorno es algo que está fuera de toda duda", matiza el portavoz nacionalista, que exige al Gobierno local que tome medidas urgentes para solucionar este asunto.

El alcalde, José Manuel Traba, aseguraba ayer desde Madrid que en estos momentos no hay ninguna persona ocupando ilegalmente el cementerio, puesto que el pasado lunes dio orden a la Policía Local para controlar el recinto y los agentes no encontraron nada. Sin embargo, en uno de los panteones estaban depositadas ayer mismo diversas pertenencias personales, tal como se puede apreciar en la fotografía, de las que se deduce que continúa ocupado, tal como advierten algunos vecinos de la localidad y el Bloque. Varios sacos de dormir, toallas, ropa colgada en perchas, una silla, una escoba y hasta un carrito de la compra eran algunos de los objetos que sobresalían en uno de los panteones a media tarde, a la espera que de que sus moradores llegasen por la noche. En vista de la situación, parece que el camposanto fisterrán solo está ocupado por los vivos y no por los muertos, como le corresponde.