La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas ha declarado que la cantera de anfibolita (también llamado granito negro) que una empresa de Bergondo quería explotar en un monte entre Miño y Pontedeume "no es ambientalmente viable".

La Xunta tomó esta decisión tras el informe desfavorable emitido por la Dirección Xeral do Patrimonio Cultural que advirtió de que la cantera que la empresa Comercio, Transportes y Auxiliares SL quería abrir en Buíña supondría una extracción de piedra al pie del monte de Breamo, casi lindante con el Camino de Santiago, que supondría "una modificación drástica del paisaje" con la formación de una "gran brecha en el monte".

El Ejecutivo autonómico considera que las medidas de corrección propuestas no lograrían paliar la afección al Camino de Santiago. Destaca además que la entrada y salida de la cantera se realizaría, según el proyecto de la empresa, por el propio Camino, con el importante impacto y deterioro que supondría por el paso continuo de camiones.

Patrimonio advirtió en su informe desfavorable que el proyecto de extracción de anfibolita, a solo treinta metros del Camino Inglés, está dentro de la delimitación de Bien de Interés Cultural (BIC) de la comarca eumesa además de situarse muy cerca de la iglesia de San Miguel de Breamo, también declarada BIC.

La consellería resuelve que esta actividad supondría una "grave alteración del entorno natural y paisajístico, visible desde otros enclaves de la comarca eumesa".

La empresa que pretendía extraer anfibolita para usarla como material para la construcción, proyectaba una cantera a cielo abierto de una altura de hasta sesenta metros. En esta parte del monte de donde se pretendía extraer este mineral ya se extrajo hace años material para construir la carretera N-651. Unos 800 vecinos (individualmente o integrados en distintas asociaciones) presentaron alegaciones al proyecto y reclamaron que se dictaminase de forma negativa (Fusquenlla, Unidade Veciñal, Verdegaia, Foro Social de Cangas, Asociación Galega da Froita Autóctona do Eume, entre otros). El BNG incluso lo solicitó en el Parlamento gallego.