Las previsiones se quedaron muy escasas. El éxito fue absoluto. La primera jornada dedicada en Arteixo al porco celta triunfó y atrajo incluso a vecinos de otros municipio, aseguró el presidente de los comerciantes locales, Luis Ángel Espiñeira, que definió la jornada como maravillosa, aunque lamentó que muchos interesados en probar el menú se quedasen sin plato.

Mil raciones se sirvieron en una carpa de 1.300 metros cuadrados preparada para cobijar a mil comensales. En vista del éxito, el próximo año la asociación Centro Comercial Aberto, organizadora del evento, prevé poner la mesa para dos mil. "En la próxima edición habrá capacidad para duplicar el aforo. Al ser el primer año, habíamos previsto servir mil platos, pero hubo mucha afluencia de gente, incluso de fuera de Arteixo. Las mil entradas que habíamos preparado desaparecieron volando", apuntó el presidente de los comerciantes. Los que se quedaron sin degustar el típico cerdo gallego pudieron al menos disfrutar de la sesión vermú y la actuación vespertina de la orquesta Trébol, que amenizó al público hasta las 21.00 horas.

"Fue una maravilla", sentenció Espiñeira. Los comensales que llegaron a tiempo de hacerse con un tique disfrutaron de una ración de empanada porco celta y una ración del animal protagonista de la jornada cocinado ao espeto, es decir, asado a fuego lento en un soporte circular de acero inoxidable colocado junto a una rueda de fuego que ardía en el suelo. El menú, que costaba 15 euros, incluía larpeira.