Dos empresas solicitaron a la Consellería de Industria la concesión de explotación de una mina de oro en los montes del municipio de Zas. Una de las firmas interesadas es el grupo canadiense Edgewater Río Narcea Gold Mines, que en estos momentos tramita un proyecto similar en la localidad de Corcoesto, del municipio vecino de Cabana de Bergantiños.

La Xunta ya adjudicó inicialmente la concesión a esta empresa, aunque de momento está pendiente de que la Administración autonómica resuelva el recurso presentado por la otra aspirante, según confirmaron desde la compañía.

Los terrenos donde se pretende llevar a cabo la extracción del oro se ubican en las inmediaciones de los núcleos de Vila y Rial de Arriba, muy cerca del límite con el municipio vecino de Santa Comba, donde hace décadas ya hubo otras minas selladas hace tiempo. En esa zona una empresa también pretende construir un parque eólico, por lo que la Xunta deberá decidir si las dos actividades son compatibles.

Aunque de momento no existe ningún proyecto para la extracción del mineral en ese ámbito y los trabajos podrían tardar varios años en empezar, los primeros estudios calculan que se podrán conseguir unas 400.000 onzas de oro, que finalmente podrían ser más. En Corcoesto los últimos estudios cifran en 1.500 millones de onzas que podrán extraerse del subsuelo de esa localidad.

En los últimos años el precio del oro se cotiza al alza, por lo que de seguir en la misma línea durante los próximos, es un negocio muy rentable para los promotores. Además, al tratarse de la misma empresa que ya tiene montada su infraestructura en Corcoesto -cuyo municipio linda con el de Zas- los costes le serán mucho menores y tendrá un mayor rendimiento.

El alcalde de Zas, Manuel Muíño, se mostró muy cauto sobre este asunto, ya que reconoce que de momento no existe nada en firme. "Y no podemos oponernos a algo que no existe", destaca en alusión a las críticas que está recibiendo el proyecto de Corcoesto, principalmente por el importante impacto ambiental y la ausencia de garantías por si se produce algún accidente grave. Aún así, el regidor defiende que se deben de cumplir todos los requisitos legales y la existencia de seguros que cubran posibles incidentes.

En el proyecto de Corcoesto la empresa canadiense está pendiente de la resolución de las alegaciones presentadas en los últimos días al estudio de impacto ambiental. Entre los principales opositores destaca la Plataforma en Defensa de Corcoesto y grupos ecologistas. La firma anunció una inversión inicial de más de 100 millones de euros y la creación de 270 puesto de trabajo directos.