La Confederación Intersindical Galega (CIG) alertó ayer de una disminución de las líneas de transporte en toda A Costa da Morte y en la conexión Carballo-A Coruña, ya que, según su versión, se negocia la venta de Autos Vázquez, aunque de momento no existe ninguna confirmación oficial. Según el sindicato nacionalista, la propia empresa reconoció que existen contactos para la venta y teme que se repita la situación de hace cinco años cuando se produjo la segregación de Arriva, que derivó en una reducción importante de líneas.

El responsable de Transporte de la CIG, Xesús Pastoriza, alertó de que la empresa comenzará por la venta del transporte escolar, que, según el sindicato, es el negocio más rentable, y después solicitará la desaparición de una serie de servicios para justificar posteriormente que no son rentables y pedir un expediente de regulación de empleo (ERE), con el consiguiente despido de trabajadores.

El sindicato recuerda que es la Xunta la que tiene que aprobar la operación, puesto que se trata de una concesión, por lo que exige que la desautorice cuando llegue el momento. Además, anuncia que si finamente se consuma la operación convocará un paro y no descarta acudir a la Fiscalía porque considera que puede haber indicios de delito.

El sindicato reclama la implicación de los alcaldes de la comarca para impedir la operación y que no ocurra como hace cinco años. "Entonces los alcaldes miraron para otro lado y ninguno se mojó. Pedimos que no utilicen la política de la avestruz porque no es solo acudir a Fitur a vender A Costa da Morte", señaló un representante de los trabajadores, Celso Pose, quien criticó las pésimas conexiones que existen entre toda la comarca. Según sus cálculos, cuando se produjo la segregación de Arriva se perdió el 50% de las líneas y teme que ahora ocurra algo similar.

"Si antes tardábamos una hora y media para ir de Fisterra a A Coruña ahora son tres horas", censuró Pose y alertó de que el servicio todavía empeorará más con la venta.