Los promesas electorales se colaron ayer en el feirón de Miño. Los candidatos de BNG y PP se dejaron caer por el mercado para charlar con vecinos y vendedores, presentar sus propuestas o, simplemente, hacer la compra. La mañana se presentaba gris, pero los pasquines, promesas y pullas entre PP y BNG amenizaron la sesión vermú.

Los más madrugadores fueron los nacionalistas. La comitiva, encabezada por el brigantino Henrique del Río, se dejó caer por el mercado al mediodía. Repartió folletos, estrechó manos y, de paso, alabó la calidad de los productos de la zona, como la cebolla chata. La formación no se cruzó con el PP por los pelos, pero se ocupó de sembrar bien el camino antes de abandonar el feirón. Y no solo con un reguero de folletos de puesto en puesto. "Beatriz Mato es la pichichi de la Liga de Campeones del desempleo", les advirtió Del Río.

Nada más desaparecer de escena, la aludida tomó el relevo. Sonaban ya las campanas de la una cuando la cabeza de lista por A Coruña, Beatriz Mato, y la número nueve, María Faraldo, irrumpieron en el feirón precedidas por una comitiva del PP de Miño en la que se echaba en falta al alcalde, Juan Maceiras. Sonrientes y exultantes, las dos candidatas convinieron que las horas no se prestaban para un acto electoral al uso, así que charlaron amistosamente con los vendedores y aprovecharon para hacer la compra.

"Bea, ¿tú que quieres?", "Yo 150 de salchichón y una barra de pan para la merienda de los niños", "pues a mí ponme unos chicharrones", departían las candidatas en uno de los puestos. Mientras Mato se interesaba por la salud de una vendedora y por el precio de sus cebollas; Faraldo compraba pomelos. Y cuidado con encontrar a su paso algún folleto del BNG. "A mí no me des eso que me da alergia", le espetó a una vendedora. Puesto a puesto, las candidatas repartieron besos, promesas y sonrisas, y más de una picada a los nacionalistas. Sus bromas le depararon alguna sorpresa. Como la de una feriante que, ni corta ni perezosa, le deslizó a Beatriz Mato uno de los pasquines bajo la ropa. La candidata reaccionó con asombro y buen humor. Un abrazo, un chascarrillo y al siguiente puesto.