La localidad de Vimianzo se convirtió ayer en la capital del encaje con la VI Xuntanza de Palilleiras organizada por la asociación local As Nemanquiñas. A la cita acudieron 650 personas procedentes de diferentes puntos de Galicia, entre ellas varia asociaciones del área coruñesa como Betanzos, Coirós, Carral, Sada, Arteixo, A Coruña, además de las encajeras anfitrionas, de Muxía y Camariñas.

En el encuentro quedó demostrado que esta técnica, reservada durante muchos años exclusivamente a las mujeres, también es cosa de hombres. Del municipio de Arteixo se encontraba la mayor representación masculina, con tres aprendices que demostraron su arte con el palillo. José Ramón Figueroa, que cogió la almohada hace un año, ya se atrevía a hacer una corbata roja de encaje. Le gustó una que le regalaron, que lucía ayer para la ocasión, y decidió probar suerte comprobando que no se le daba nada mal. José Ramón reconoce que siempre le gustó esta técnica cuando observaba a las personas mayores a vueltas con la almohada. Y ahora dedica su tiempo libre de mecánico a hacer encaje.

A José Millán, un jubilado de Vigo, le ocurrió algo similar. Cuando dejó de trabajar en el mar le pidió a su esposa que le ensañase a palillar y asegura que aún está aprendiendo. Por eso ayer no llevó la almohada pero promete hacerlo el próximo año. El alcalde de Vimianzo, Manuel Antelo, también se atrevió a coger la almohada en el encuentro, tras abogar por el "arte de palillar" durante el acto inaugural. Al acto también acudió la diputada y alcaldesa Zaira Rodríguez.