Diez años después de la muerte de Manfred Gnädinger, más conocido como Man o el Alemán de Camelle, el museo que construyó con sus propias manos y la que fue su vivienda al borde del Atlántico se encuentran sumidas en el abandono más absoluto. La memoria del artista que dio fama a esta pequeña localidad de Camariñas en el mundo entero se diluye y desvanece día a día, pese al empeño de algunos colectivos por mantenerla viva. Muchas de las obras de arte que adornaban el museo fueron barridas por los duros temporales que azotan esa costa cada invierno y que cada año amenazan con engullir lo que todavía queda allí.

Los mayores destrozos se produjeron durante un fuerte temporal en noviembre del 2010 y sus efectos son perfectamente visibles desde entonces. El año pasado coincidiendo con el noveno aniversario de su muerte varios voluntarios cubrieron su casa con plásticos del Prestige, que, en estos momentos apenas queda nada. Desde la fundación que lleva su nombre y del Concello de Camariñas ya casi han perdido la esperanza de poder restaurar el museo del artista porque hasta ahora todos sus esfuerzos resultaron en vano. "Pedimos cincuenta mil subvenciones, pero no nos dieron nada", cuenta la vicepresidenta de la fundación y concejala del Gobierno local, Mercedes Martín. Las administraciones se excusan en la falta de fondos y a estas alturas parece que serán muy difíciles de conseguir.

Aún así, Mercedes Martín insiste en que lucharán por preservar el legado y la memoria de Man. En los últimos meses finalizaron algunas tareas en las que "no se necesita dinero" como digitalizar las fotos que guardaba el artista (más de 3.000) y escanearon parte de sus libros y escritos. En los encuentros anuales de artistas que se organizan en la localidad se exponen distintas ideas para la restauración y conservación del museo, que algún día aún esperan llevar a cabo.

Para conmemorar el décimo aniversario de su muerte el Concello y la fundación han programado una serie de actividades que comienzan el 28, justo el día de su muerte. A las ocho de la tarde un cortejo fúnebre trasladará las cenizas de Man para enterrarlas al lado de su caseta, como era deseo expreso del artista. Al día siguiente en la Casa do Alemán se inaugurará la exposición Man, sempre na nosa memoria, con diversas imágenes y elementos relacionados con el artista y su obra. También se presentará el libro Man, o Alemán de Camelle, de la autora Beatriz Abeleira, y en Camariñas se rendirá homenaje a los voluntarios del Prestige.