El Consello de Contas advirtió de que la Xunta realizó una gestión irregular con el crédito que le concedió el Banco Europeo de Inversiones (BEI) en 2009 para la construcción de la vía ártabra. Así lo constata en el Informe de Fiscalización de la Cuenta General de la Administración, que acaba de hacer público, aunque los datos se refieren a 2009.

El 23 de enero de 2009, el entonces presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, colocaba la primera piedra de la vía ártabra y dos meses después el nuevo Ejecutivo del PP firmaba un préstamo de 50 millones al BEI, a un plazo de quince años y un tipo de interés del Euribor más 0,444 para la ejecución de esta infraestructura.

El banco europeo, propiedad de los países de la Unión Europea, presta dinero a un interés bajo para proyectos destinados a mejorar las infraestructuras, suministrar energía o temas medioambientales. Al ser un préstamo finalista, esos 50 millones solo se podían gastar en la ártabra. Es lo que se llama financiación afectada.

El Gobierno gallego dispuso en 2009 de la totalidad de los 50 millones del préstamo pero ese año solo ejecutó obras por valor de 17,2 millones de euros. ¿Qué pasó con los 32,8 millones restantes? El Consello de Contas subraya que esos casi 33 millones "no figuran incluidos dentro de las desviaciones de financiación del ejercicio, por lo que no queda garantizado que estos recursos fueran afectados al cumplimiento del objetivo propuesto".

Estos 33 millones que no se gastaron deberían haberse contabilizado como remanente afectado pero el entonces Gobierno gallego los incluyó, de forma irregular, en el remanente de Tesorería. La consecuencia de esta irregular contabilización tiene como consecuencia la de "desvirtuar el cálculo del remanente de tesorería y del déficit de financiación del ejercicio", según constata el Consello de Contas.

El organismo fiscalizador de las cuentas públicas en Galicia concede un plazo para presentar alegaciones a sus informes, para aclararlos, rebatirlos o aceptarlos. En este caso de gestión irregular de los fondos destinados a la vía ártabra sin embargo no presentó ninguna alegación, según consta en el informe que acaba de publicar hace unos días el Consello de Contas (y que habitualmente presenta con varios años de retraso).

La Xunta actual prometió que en 2012 abriría toda la vía ártabra pero ya acumula varios retrasos y está en suspenso el tramo entre Veigue y el puerto de Lorbé.