José Luis y José María García Peiteiro viven actualmente de la pensión de su madre, Amparo, de 85 años. Los tres residen en una vivienda de la aldea de Foxado, en Curtis, sobre la que pesa desde hace meses la amenaza del desahucio.

El Juzgado de Instrucción número 3 de Betanzos ha fijado para el próximo día 25 la ejecución de la hipoteca, titularidad de Bankia, y el Concello trata ahora de evitar el desalojo a contrarreloj. El pleno ha aprobado por unanimidad emprender acciones para paralizar el proceso y ha enviado una misiva al banco y otra al juez para informarles de la "crítica" situación de estos vecinos y exigirles la suspensión con carácter indefinido de la toma de posesión de la vivienda y la firma de un contrato de alquiler social.

No es la primera vez que esta familia se ve con las maletas en la puerta. El Ayuntamiento consiguió frenar dos desahucios anteriores, el primero el 8 de septiembre y la segundo el 12 de noviembre de 2012. Esta familia ya sufrió anteriormente un embargo. En enero del pasado año el banco ejecutó la hipoteca de una nave de ganado en la que trabajaban los dos hermanos gemelos, muy conocidos en la zona.

Fueron precisamente los vecinos los que hace dos años trasladaron al departamento de Servicios Sociales de Curtis su preocupación por la delicada situación económica que atravesaba la familia. La madre tiene serias dificultades de movilidad, un elevado grado de dependencia y desde 2010 es usuaria del servicio de ayuda en el hogar. Uno de sus hijos sufre también problemas de movilidad y está pendiente de una operación de cadera, según explicaba ayer. "No tenemos a dónde ir", alertaba.

Un familiar lejano colabora desde hace ya algún tiempo con el Concello para intentar frenar el desahucio. Desde el Consistorio inciden en que la edad de ambos hermanos, 56 años, hace casi imposible su inserción laboral tras el embargo de su nave y la pérdida de las reses. A la vista de las conclusiones de Servicios Sociales, el Concello no oculta su preocupación ante la situación de indefensión y pobreza a las que les abocaría el desahucio y urgen al juez y al banco a dar marcha atrás y garantizar la permanencia de estos vecinos en la casa dada su "extrema vulnerabilidad social".