El alcalde de Cesuras, Julián Lucas Ramírez, cesó a principios de año de sus cargos como administrador mancomunado y apoderado solidario en la promotora Progasa 2000, de la que formaba parte desde 2006. Esta empresa promovió, entre otras construcciones, la polémica casa de don Pablo, en Pontedeume, para la que obtuvo licencia en 2004 y que fue objeto de varios proyectos de legalización por exceso de alturas y otras deficiencias. Al menos uno de estos proyectos fue anulado por la Justicia.

Julián Lucas admite que este edificio de Doctor Villanueva le provocó más de un quebradero de cabeza a la promotora. Las obras fueron paralizadas hasta en dos ocasiones por exceder el volumen máximo permitido. La empresa presentó hasta tres modificados y solicitó una licencia de legalización que fue anulada por la Justicia. Durante el proceso, Progasa 2000 ejecutó varios obras para acatar la normativa urbanística, entre ellas, la supresión de dos plantas. El alcalde cesurano recuerda con disgusto la polémica que rodeó este edificio, objeto de reiteradas quejas del colectivo Fusquenlla. "Yo no llevaba ese tema, se encargaba mi socio, solo recuerdo haber pasado una vez por ahí", explicó al ser consultado. El regidor recuerda que Progasa 2000 tuvo que ejecutar diversas reformas para ajustarse a la licencia y, asegura, que a día de hoy los problemas ya están solventados. Su actividad en la promotora, mantiene, era muy limitada y asegura que no le han quedado ganas de repetir en la construcción. "La verdad es que no sé por qué entré, me lo pidieron y accedí, pero apenas llevé nada", sostiene y recalca que la empresa nunca trabajó en Cesuras.