La palabra "moción" no se oyó ni por lo bajo ayer en Cambre. La Corporación municipal celebró con normalidad su primer pleno ordinario tras el mes en que la oposición intentó sin éxito formar un Gobierno alternativo al del PP. La única alusión a lo ocurrido la puso un grupo de vecinos que quiso mostrar su apoyo al alcalde, Manuel Rivas, con una ovación a su entrada en el salón de plenos y otra al término de la sesión, después de unas palabras de agradecimiento del regidor.

"Sí se puede", exclamaron estos vecinos a la entrada de Rivas en la sala. El alcalde hizo gesto de saludo y, desde ese momento, salvo la ovación del final, ni una palabra hizo referencia a la cuestión de confianza vinculada al presupuesto que el primer edil cambrés perdió, ni al periodo que se abrió y en el que se negoció un nuevo Ejecutivo, ni a las acusaciones o tiranteces entre los grupos.

El portavoz socialista, Augusto Rey, como ya había adelantado, acudió al pleno y ejerció su labor de portavoz de la agrupación municipal. Lejos quedó la posibilidad de renunciar a su acta que sonó con fuerza cuando la moción de censura parecía viable, después de que Rey se apartase de las conversaciones a petición de UxC para facilitar la consecución de un pacto para formar un nuevo Gobierno.

El debate transcurrió con normalidad, incluidas discrepancias entre el alcalde y los concejales sobre los turnos de palabra y las posibilidades de réplica que prevé el Reglamento Orgánico Municipal, recientemente modificado, alguna puya entre los ediles del Gobierno y los de la oposición y hasta un error de un concejal en una votación, que tuvo que rectificar.