El Concello mirará con lupa el pliego de condiciones de la concesión del hotel Sada Marina en busca de posibles incumplimientos de la adjudicataria que le permitan rescindir el contrato y recuperar este cuatro estrellas abocado al cierre tras la entrada en preconcurso de la empresa. Una posibilidad que atisba es la obligación, recogida en el contrato, de mantener abierto el hotel todos los días del año.

Explorar las vías de una posible rescisión contractual y analizar otras posibilidades para que el complejo revierta de nuevo en el Concello fueron los únicos compromisos que adquirió el Gobierno local en el pleno de ayer, en el que se presentaron dos mociones de apoyo a los trabajadores, que acudieron a la sesión uniformados con camisetas que pedían una solución ya.

Solo una de las mociones se debatió. Todos los grupos aprobaron la urgencia de la propuesta del PP y PDSP. El acuerdo pasaba por estudiar las condiciones de la concesión y el cumplimiento de las cláusulas para la reversión del hotel y posibilitar que se reinicie la actividad de este complejo "en beneficio de Sada "y "para garantizar los derechos de los trabajadores", sin mencionar su posible subrogación. La moción prosperó con los votos a favor del Ejecutivo y del PSOE. El BNG se abstuvo por la falta de concreción de la propuesta.

A continuación tocaba el turno a la propuesta del BNG, más concreta y que exigía que se explorasen todas las vías para la recuperación del derecho en superficie del hotel en condiciones ventajosas y garantías explícitas de la subrogación de los trabajadores, como resumió el edil nacionalista Manuel Pérez Lorenzo. PP y PDSP votaron en contra de la urgencia. El alcalde, Ernesto Anido, justificó el voto en contra porque el asunto, a su entender, ya estaba debatido. La negativa del Ejecutivo local a debatir siquiera la moción suscitó las críticas de los trabajadores, que aplaudieron en cambio la intervención del Bloque, que insistió en que se recogiese, entre las condiciones de la nueva concesión, la subrogación de la plantilla.

Los trabajadores del Sada Marina no fueron los únicos en protestar en la sesión. Trabajadores del albergue de Gandarío asistieron también al pleno, en la que estaba previsto el debate de una moción del BNG contra el despido de 11 trabajadores. Finalmente no hubo debate. PP y PDSP votaron también en contra de esta moción dirigida a manifestar la solidaridad del Concello de Sada con los trabajadores y expresarles el compromiso de realizar las "gestiones oportunas delante de la Xunta en defensa de la actividad del albergue".

Solo el PSOE apoyó la urgencia. Su portavoz, Raquel Bolaño manifestó su solidaridad hacia la plantilla y advirtió de que el cierre de este mítico albergue supondría un "duro varapalo" para Sada. "Estamos ante el desmantelamiento de Sada como alternativa turística", concluyó la socialista, en alusión también al cierre del hotel.

Ni las peticiones de los grupos ni las pancartas de los trabajadores variaron el sentido del voto de PP y PDSP. Ambas formaciones votaron en contra de debatir la moción. La justificación del portavoz del PP, Antonio Aguión, más que apaciguar, acrecentó el malestar del público. "No es urgente", arrancó el edil, que fue interrumpido por los trabajadores, que le recordaron que mañana se aprobarán cinco despidos. El concejal mostró entonces su "solidaridad con cualquier trabajador que sufra las gestiones de gobiernos anteriores" y, tras la pulla, sostuvo que el Concello "no tiene competencias" en el albergue, que gestiona la Xunta. El portavoz del BNG lamentó la "falta de sensibilidad" de PP y PDSP y les recordó que lo único que pedía la moción era solicitar ante la Xunta el mantenimiento de los trabajos.

Al final del pleno, el alcalde recibió a la plantilla del hotel, que urge una solución. El juzgado ha rechazado el ERE de extinción, al que se oponían, por un error formal.