Los alumnos del colegio de Présaras hicieron ayer un paréntesis en sus vacaciones para lanzarle un mensaje a la Xunta en grandes letras de cartulina: El rural existe. El lema resume el malestar de los padres, docentes y el alcalde de Vilasantar, Fernando Pérez (PP), que se concentraron a las puertas el colegio para protestar por la supresión de una plaza de docente y el recorte de una unidad de Primaria.

Este colegio de Vilasantar no alcanza el mínimo de alumnos que le permita conservar sus profesores. Los niños cursaban Primaria agrupados por ciclos y la Consellería de Educación pretende ahora reagrupar primero, segundo y tercero en una única aula,

La Xunta se escuda en la fría aritmética resultante de aplicar el nuevo catálogo, un baremo que ha castigado especialmente al rural gallego, donde muchos colegios se han visto abocados a cerrar sus aulas por carecer del número mínimo de matrículas que impone el Gobierno gallego. Educación argumenta que la enseñanza en el rural siempre ha sido así y pone como ejemplo las escuelas unitarias.

A los padres y docentes de este centro de 36 alumnos no les consuela el hecho de ser un caso más del progresivo "desmantelamiento escolar en el rural" y exigen para sus hijos y alumnos las "mismas oportunidades". Los profesores critican que sea el alumnado quien "pague la crisis". "Nos vemos incapaces de darle a los niños la educación que se merecen", resumía la directora, Pilar Candamio, que no alberga la menor duda de que la enseñanza se resentirá al "mezclar chavales que están aprendiendo a leer con otros con contenidos curriculares muy diferentes".

Profesores, padres y Concello consideran "injusto" que se trate a los alumnos "como a números" e inciden en los riesgos de recorten en los colegios del rural. "Son los principales focos de cultura", advierte la directora. El alcalde, Fernando Pérez, comparte al pie de la letra su discurso. El regidor ha dejado a un lado sus siglas para defender los derechos de los pequeños de Vilasantar a recibir la "misma educación que en las ciudades". "La Constitución dice que todos tenemos derechos a la igualdad de oportunidades", recuerda el mandatario.

Los padres se mostraban ayer especialmente preocupados por este nuevo recorte en el colegio. "Las vacas en el rural están mejor que nuestros niños", denuncian. Los progenitores propusieron incluso renunciar al comedor escolar para mantener a la maestra. El pasado lunes, el alcalde y la directora se reunieron con responsables de la Xunta para trasladarles su malestar por la supresión de la plaza, pero la Consellería de Educación se mantiene firme en que se limita a cumplir lo estipulado en el catálogo. El Gobierno gallego se negó a permitir la entrada de los representantes de la ANPA, que ayer se mostraban indignadas por el trato recibido. "No nos dejaron ni siquiera entrar en el edificio. Nos dijeron que no tenían un buen día", criticó una de las progenitoras.

El colegio de Présaras ha recibido varios premios. Una medalla provincial de voleibol y un reconocimiento estatal a la mejor biblioteca infantil. Los profesores la construyeron con sus manos. Ocupa el lugar de dos antiguas aulas. Tiraron los tabiques e instalaron el parqué y el escenario. Hicieron las estanterías. Pintaron murales en las paredes. "Mi madre hizo las cortinas y el telón", desvela uno de los profesores. Todo está hecho con mimo. "Con mucho cariño". La sala de lectura no tiene nada que envidiarle a una de ciudad.

Ahora se disponían a hacer lo mismo con el aula de informática. A lo largo de los años han conseguido reunir hasta treinta ordenadores. Ahora ya tenían lista la pintura y las herramientas para adecentar un espacio para la informática. "Ninguno de ese esfuerzo se tiene en cuenta", lamentan.