Élida Rodríguez pertenece a una conocida familia de Santa Cruz que lleva el correr en las venas. Su hermana Inma participa cada año en la Carreira Popular Santaia y Élida es la organizadora de la prueba desde hace ocho años, tomando el relevo de su hermana. Este evento congrega cada año a más de 700 personas, corredores de toda Galicia e incluso veraneantes que no quieren perderse esta prueba que este año cumple siete lustros y que supone casi como sacarse el carné de santacruceño. La carrera será el próximo domingo día 25. La inscripción termina el día 21 excepto para los infantiles, alevines, benjamines y prebenjamines que podrán inscribirse el mismo día. La ruta es de 8,3 kilómetros pero con itinerarios más cortos para los más pequeños. Pueden apuntarse todos los que quieran con solo una condición: "Que ya sepan andar".

-Se encarga de la organización, pero también participó en la carrera.

-Sí, estuve en la primera edición, en 1978. Yo tenía 14 años. La recuerdo durísima. En aquellos años corrías por caminos, corredoiras, leiras, tenías que saltar un valado, y las cuestas... En los foros de internet los corredores dicen que es una prueba muy bonita, por las vistas, pero reconocen que tanta cuesta arriba y abajo, es un poco rompepiernas.

-¿Ha cambiado mucho el recorrido desde los inicios?

-El recorrido varió poco, es el mismo en un 80%, solo que ahora hay más tramos asfaltados, claro. Vamos a hacer 35 ediciones, estamos entre las cuatro más antiguas de Galicia junto a la de Ourense, Oia y Santiago.

-La Carreira Popular Santaia, que organiza la asociación de vecinos, es ya un emblema de Santa Cruz.

-No creo que encuentres a nadie en Santa Cruz que no haya participado al menos una vez. Los niños, en cuanto empiezan a andar, los apuntan, es ya tradición. Incluso tuvimos años que participan los padres con bebés recién nacidos, pero era tremendo, ahora exigimos que ya caminen. Siempre se ha reforzado mucho la participación de los niños, para animarlos en el deporte, y también de los mayores. Lo que también es peculiar de esta carrera es que se apuntan los veraneantes, varias generaciones, sus hijos, vienen con camisetas de ediciones anteriores. El conocido atleta Andrés Díaz vino varios años.

-Otra peculiaridad de la Carreira Popular Santaia son los trofeos.

-Siempre se entregaron y siempre se han expuesto en la vitrina del estanco de Santa Cruz. Empresas pero también familias o particulares, donan los trofeos y se les pone su nombre. Los trofeos se van colocando semanas antes de la carrera y los niños van a ver el escaparate, eligen el que les gustaría ganar.

-¿Cómo surgió la idea de crear esta carrera?

-En aquellos años, entre los sesenta y setenta, empezaron a despuntar muchos corredores, que incluso participaban en campeonatos nacionales. En Santa Cruz había un atleta aficionado, Arsenio Amieiro y estaba también Santiago Ramos, que era un atleta que hasta estuvo en la selección gallega. Y la hija de Amieiro fue campeona de España de 1.500 metros. Ellos decidieron hacer una prueba popular, abierta a todo el mundo. En aquella época Arsenio Amieiro iba con su bote de pintura marcando el recorrido, hacía las dorsales a mano, y también corría. En la cuarta edición se le puso el nombre de Memorial Santiago Ramos porque falleció.

-En esta carrera hay participantes fijos.

-Hay muchos veteranos y superveteranos. Está María Armesto, que participa siempre desde que comenzó la carrera. Jesús Bernal empezó tarde en esto y luego estuvo hasta los noventa y pico. El propio Amieiro. La carrera tiene un premio especial al de mayor edad.

-Lo de las carreras populares es un auténtico boom.

-Yo creo que ya se puede hablar de turismo de carreras populares, debido a su progresión. Se fue creando una afición en los setenta y lo de ahora creo que es fruto de eso, ayudado conque es un deporte barato. También es un deporte muy social, muchos quedan para entrenar, se citan para carreras en otras ciudades, miden sus tiempos.

-Organizar a más de 700 corredores no debe ser fácil.

-Cada año es más complicado porque aumentan las exigencias. Hay que pedir y esperar por permisos de Incendios, Montes, Tráfico, el Concello, pagar tasas, seguros de accidentes y responsabilidad civil, tener una ambulancia medicalizada, recorrer locales para que donen trofeos. Gracias a que es un trabajo muy colectivo, nos juntamos casi setenta personas en la organización. También nos ayudan los vecinos. Tenemos una señora, Mercedes de Bastiagueiro, que siempre sale a un cruce delante de su casa y da agua a los corredores, un año hasta los refrescó con una manguera, y les da comida a los voluntarios.