"El Quijote va de un jambo que está fumao y ve movidas raras". Esta definición de la obra de Cervantes realizada por un adolescente en un conocido programa de televisión (tras saberse que España está a la cola de Europa en comprensión lectora) es lo que quiere evitar a toda costa la comunidad educativa del instituto Xosé Neira Vilas de Perillo. El centro ha implantado este curso escolar 20 Minutos de Lectura Pracenteira en Clase cada Día, un programa que trata de fomentar el interés por la lectura de los jóvenes y su capacidad de entender lo que leen. La primera sesión de lectura en clase tuvo lugar el pasado 15 de octubre. Cada día los alumnos del Neira Vilas, en una asignatura, paran de recibir clase y sacan un libro de su mochila para leer durante veinte minutos y en silencio.

"Vimos la experiencia del centro de referencia, el David Buján, y también el del colegio Valle Inclán de aquí. Pero nos costó convencer a padres y profesores de implantar esta iniciativa que ya está en marcha en muchos centros hace años, sobre todo de Primaria. La idea fue del equipo de la biblioteca y se aprobó en un claustro. Llevó dos años convencer a la comunidad escolar porque supone, sobre todo en Secundaria, donde todas las horas están metidas con calzador, que el profesor renuncie una vez a la semana a veinte minutos de impartir su materia. La hora de leer es rotatoria, cada semana a una hora. Tenían que asumir que es una inversión, que por ejemplo, no te puedes matar a enseñar física si luego el alumno no entiende el problema que está leyendo", explica Fernando Vidal, jefe del departamento de Filosofía del centro educativo y coordinador de esta actividad. Vidal resalta que la iniciativa está dentro del Proxecto Lector del equipo de coordinación de bibliotecas escolares de Galicia de la Xunta, un modelo reconocido y premiado.

"Cada alumno puede traer el libro que quiera pero tenemos un catálogo de libros recomendados, por edades: desde Harry Potter, Crepúsculo a obras de Julio Verne, adaptaciones del Quijote, Domingo Villar, incluso cómics de manga o libros de Miguelanxo Prado. El alumno medio es bastante reacio a leer. El primer objetivo es que lean por placer pero a largo plazo queremos completar la actividad: primero, haciendo que cubran una ficha diciendo por qué les gustó o no el libro; segundo, que realicen una lectura en voz alta en clase, y tercero que creen clubes de lectura para comentar las obras", añade Fernando Vidal.

El instituto María Casares de Santa Cruz fue pionero en la creación de clubes de lectura de alumnos, en 2008, y es el único del municipio con blog propio de la biblioteca, cuyos responsables lo mantienen muy activo.