La biblioteca de Pastoriza estrenará este jueves a las 18.50 horas la primera de las sesiones de cuentacuentos organizadas por el Centro de Información á Muller y la red de bibliotecas municipales de Arteixo, cuyo objetivo es sensibilizar a los niños acerca de la violencia de género. Oseiro el próximo lunes, O Froxel el martes, Meicende el miércoles y Arteixo el jueves componen el resto de la programación de este ciclo, en el que Marisa Irimia, contadora e ilustradora de cuentos, utilizará narraciones para hacer comprender a los pequeños el concepto de igualdad entre hombres y mujeres.

"Se trata de hablar sobre este tema, aunque sutilmente, a los niños desde que son pequeños", explica Irimia, ya que normalmente estas cuestiones se abordan de manera más frecuente con alumnos que ya acuden al instituto, mientras que estos cuentos van dirigidos a escolares de 5 a 11 años. "Un tanto por ciento muy elevado de los cuentos están protagonizados por personajes masculinos", destaca esta contadora, cuyas narraciones por el contrario tendrán a mujeres como protagonistas. Irimia recuerda que en los cuentos tradicionales el papel de las féminas es secundario o residual, por lo que ella ofrecerá narraciones en las que son aventureras y toman la iniciativa en la acción. "Igual que hay niños piratas, hay niñas piratas", explica esta dinamizadora de la lectura.

Algunos de los cuentos de este ciclo forman parte de la tradición oral y otros han sido creados por su narradora para desarrollar esta actividad. "Los niños pequeños son absolutamente permeables y, aunque no se den cuenta de que estamos incidiendo en el tema de la igualdad, después verán con normalidad que las niñas sean protagonistas", señala Marisa Irimia.

"Deberíamos implicarnos más y escoger un poco más lo que contamos para que, ya desde pequeños, pudiéramos conseguir que a los doce años no les llame la atención que no todas las niñas sean princesas", comenta acerca de la labor de concienciación. Uno de los cuentos que suele incluir Irimia en su repertorio tiene al padre de la familia como el encargado de preparar la cena en casa mientras que la madre es quien llega tarde del trabajo, en un intento personal de profundizar en la toma de conciencia sobre la igualdad que a su juicio debe realizarse desde todos los ámbitos.