Vecinos de Mera denuncian que la Diputación ha impuesto un límite de velocidad de 50 kilómetros por hora en la carretera que conecta con la vía ártabra, medida que, critican, impedirá "agilizar" el tráfico. Los residentes en el núcleo oleirense exigen también una ampliación de la carretera, que recibe el nombre de calle Curros Enríquez, y mejoras en la señalización de los accesos a Mera desde la nueva infraestructura comarcal.

Los vecinos censuran que la Diputación haya impuesto un nuevo límite de velocidad y aseguran que abarca un trecho de dos kilómetros por zona rústica y sin atravesar núcleos de población, por lo que lo consideran innecesario. Ven un contrasentido que se rebaje el máximo de velocidad permitido en el camino hacia la vía ártabra si ésta se ha construido para tener accesos más rápidos desde el norte, porque el resultado será que no se ganará ningún tiempo.

Las bandas elevadas instaladas por el Ayuntamiento en la carretera de la costa que pasa por Breixo, entre Mera y Santa Cruz, tampoco gustan a los vecinos, que critican esta medida por ayudar a reducir la velocidad en lugar de contribuir a la agilización del tráfico. Los residentes en la zona proponen que la Diputación contrate la ampliación de la carretera, de titularidad provincial, y apuntan a que el proyecto ya está redactado a petición del Concello de Oleiros.

La señalización existente en la vía ártabra que indique el camino hacia Mera resulta insuficiente para los vecinos. Denuncian que no existe ninguna señal que dirija a los conductores hacia su núcleo ni al inicio de la N-VI ni después, y solo en la rotonda de desvío para una carretera que va a Mera hay unos pequeños rótulos, mientras que otros núcleos con menos población, como Meirás o Lorbé, afirman, están mejor señalizados.