Las obras de reposición de la arena que se tragó el temporal en Playa Grande han puesto en pie de guerra a vecinos y socialistas de Miño. Los trabajos que ejecuta Demarcación de Costas por importe de 853.000 euros para reponer 50.000 metros cúbicos con arena procedente de Langosteira han disparado las alarmas de ecologistas, bañistas y socialistas, que ayer intentaron paralizar los trabajos alertados por el color "gris" de la tierra.

La improvisada manifestación a pie de playa logró frenar durante casi dos horas las obras y desplazó a la zona a agentes del Seprona y de la Policía Local. Estos últimos mantuvieron que los trabajos disponían de todos los permisos y la declaración de impacto ambiental. A última hora de la tarde, el PSOE interponía una denuncia en el cuartel para exigir la inmediata paralización de los trabajos que supondrán una "grave alteración" de la playa y provocarán su "deterioro irreversible". Los socialistas sospechan que el uso de arena de Langosteira responde a intereses económicos dado que el Puerto tiene que dragar para tener calado. El alcalde, Jesús Veiga, defendió ayer la calidad del material. "Es verdad que tiene un color gris, pero es lo que hay. L a arena es buena. Lo importante es recuperar la playa ", sostiene el regidor. PSOE y los vecinos críticos lo dudan. Inciden en que la propia Xunta siempre alabó en sus informes la arena "fina y dorada" de la playa, una de las tres de Miño en las que ondea la bandera azul. El PSOE presentará hoy un escrito en el Concello para exigir la paralización de las obras. El blog Playademiño, acérrimo defensor del arenal, estaba ayer de luto: Nos quedamos sin playa, titulaba su última entrada.