La preocupación vecinal por el relleno de Playa Grande, en Miño, crece cada día. Alrededor de sesenta vecinos e integrantes del BNG y PSOE se concentraron ayer en el arenal para exigir la paralización inmediata de los trabajos que ejecuta la Demarcación de Costas y que, en su opinión, provocarán un "daño irreversible". La manifestación fue disuelta por la Guardia Civil, por carecer de permiso. Los críticos tienen previsto convocar una manifestación de protesta el sábado.

Las obras ascienden a 853.000 euros y consisten en el aporte de 50.000 metros cúbicos de arena procedente del puerto exterior de Langosteira. Serán alrededor de 1.500 los camiones que vaciarán nueva arena en uno de los arenales más concurridos de la comarca. El color gris, en contraste con el dorado de Playa Grande, ha puesto en pie de guerra a residentes, ecologistas y oposición.

El responsable de Demarcación de Costas, Rafael Eimil, salió ayer al paso de las críticas y defendió la calidad de la arena. Sostuvo que se trata de arena limpia que cumple con todos los requisitos y argumentó que el color grisáceo desaparecerá cuando se mezcle con la de la playa. El alcalde, Jesús Veiga, evitó ayer alimentar la polémica y se limitó a decir que solicitará hoy una reunión con el responsable de Costas para recabar información.

El PSOE ha interpuesto una denuncia ante el cuartel de la Guardia Civil y ayer presentó un escrito en el Concello para exigir la suspensión cautelar de los trabajos. El BNG se sumó ayer a las protestas y anunció que presentará una iniciativa en el Congreso.

Los socialistas sostienen que "salta a la vista" que la arena no es la apropiada para la playa y reclaman la paralización cautelar de los trabajos. Los nacionalistas, en una línea similar, critican que se utilicen unos "áridos inadecuados que darán un aspecto muy distinto de la principal playa de Miño y que cambiará su perfil para siempre". Los nacionalistas apelaron al "temor" de los vecinos a que "el cambio de aspecto del arenal se convierta en un elemento disuasorio para el turismo tradicional" y tacha de "atentado ecológico" reponer la playa "con arena gris".