"Costas, atende, a praia non se vende", fue una de las consignas coreadas ayer por los alrededor de 200 vecinos que se concentraron ante la Casa Consistorial de Miño para protestar por el tipo de arena que se utiliza para rellenar la playa Grande, una arena gris que no se parece a la fina y dorada característica de este lugar y que siempre ha sido reclamo turístico.

Patrullas de la Guardia Civil y la Policía Local vigilaron la protesta de los vecinos, que portaban silbatos y pancartas con la frase SOS Praia. "Se está haciendo un relleno de forma inconsciente y que no resuelve nada, la arena de la playa está cerca, solo fue desplazada mar adentro por el temporal y es más barato recuperarla que traerla en camiones desde Langosteira. Hay que hacer un estudio serio de por qué cada año se pierde arena, un proyecto de recuperación", explicó ayer uno de los integrantes del colectivo vecinal contra esta obra, Daniel Suárez. Hoy a las seis de la tarde habrá asamblea vecinal en la propia playa para decidir más medidas.