Los vecinos de la parroquia de Oseiro están que trinan con el Concello de Arteixo. Según denuncian, son "muchas" las peticiones que la asociación vecinal San Tirso de Oseiro ha lanzado al Ejecutivo local en los últimos años, pero ninguna se ha cumplido. "Somos la parroquia olvidada de Arteixo", lamentan los vecinos, que no descartan volver a manifestarse -como hicieron ya en varias ocasiones en los últimos años- si el Ayuntamiento no les escucha y deja sin resolver sus demandas.

Modificaciones en la señalización de carreteras, limpieza en las calles de la parroquia, humanización, mejoras en las infraestructuras... Son 17 las peticiones "principales" que tiene la asociación vecinal para el Concello. Y de esas 17, ni una ha sido resuelta. "Estamos cansados de que el Concello no nos haga caso cuando vemos que en el resto de parroquias sí que está implicado. Aquí nos prometen muchas cosas pero después no cumplen ninguna. Nos mienten en nuestras caras y se ríen de nosotros", critica, indignado, el portavoz de la asociación vecinal, Victorino Figueroa.

Y es que los vecinos de la parroquia arteixana consideran que sus reclamaciones son "básicas" y "muy necesarias" para el día a día. Por ejemplo, las pintadas en la carretera AC-415. La Xunta anunció un proyecto que suponía la construcción de varias rotondas en esta carretera, pero que finalmente quedó en papel mojado. El Ejecutivo gallego adecuó la señalización en horizontal de la carretera para la puesta en marcha de unas rotondas que nunca llegaron a ver la luz, pero que traen de cabeza a los vecinos, que no pueden ahora realizar un giro a la izquierda. "Es una vergüenza. Hay vecinos que, para entrar en su casa, se ven obligados a infringir las leyes y pisar una línea continua", explica Figueroa.

También parten quejas de los vecinos que habitan en el camino de A Viña. Allí, según explica la asociación, la estrechez del camino impide llevar a cabo unas tareas "básicas" como son el suministro de butano. "Por ahí no cabe el camión, así que quien quiera una bombona tiene que ir a buscarla por su cuenta en un coche particular", se queja el colectivo vecinal. Según explica, hay una sentencia de hace 40 años del Supremo que obliga a ejecutar la ampliación de la Calle, pero el Concello "siempre" hizo oídos sordos.

Las quejas vecinales también se dirigen al estado en el que se encuentra la fonte do abade. "Lleva años muy descuidada pero no hacen nada, aunque digan que sí", denuncia Figueroa, para explicar que el Concello aseguró que la Fundación Juana de Vega estaba trabajando en el tema. "Nos pusimos en contacto con ellos y no tenían ni idea", aseguran los vecinos. "Nos están mintiendo en nuestra cara", añaden.

Otra reclamación: la humanización de la travesía de Oseiro, de algo más de un kilómetros. Allí no hay ni bancos ni árboles, a pesar de que son "muchos" los vecinos que deciden salir a pasear desde San Tirso hasta Sol y Mar. "Se solicitó hace tiempo, vinieron a marcar los bancos, pero ahí quedo la cosa", lamenta la asociación vecinal.

El campo da festa está también en el punto de mira. Los vecinos realizan sus celebraciones en una parcela privada de O Froxel y que, según explican, uno de los dueños vende el terreno. "Un señor está dispuesto a vender pero desde el Concello ni hablaron con él, a pesar de que nosotros lo facilitamos", denuncia la asociación vecinal, que asegura que el Ejecutivo local se comprometió a tener a punto el campo da festa para este año.

Con este panorama, los vecinos de Oseiro estudian llevar a cabo movilizaciones para exigir al gobierno de Arteixo "que cumpla". Una propuesta: cortar el tráfico en la rotonda de Sabón. "Que llegue el tráfico hasta A Coruña o Ferrol, nos da igual para hacernos ver de verdad", sentencia el portavoz de la asociación. Y es que los vecinos están hartos de lo que consideran que es "una tomadura de pelo" por parte del Concello. "Varias cosas fueron a pleno pero nunca las llevaron a cabo, otras nos prometen que están en ello, a punto de realizarlas... Pero lo cierto es que desde Arteixo no hacen nada por los vecinos de esta zona", concluye, rotundo, Figueroa.