La mayoría del claustro del colegio de Educación Infantil y Primaria O Mosteirón de Sada está "decepcionada" y "descontenta" con el proceso de selección y nombramiento de la nueva directiva del centro, celebrado el pasado mes de mayo. Según explican, se presentaron dos candidaturas para optar al cargo: una de ellas contó con el apoyo mayoritario de los profesores y padres -así quedó reflejado en el resultado de las votaciones de los proyectos presentados por cada una-, mientras que la otra se llevó solamente el respaldo de tres personas. La decisión final quedó en manos de la comisión de selección que, exclusivamente con los votos de los inspectores representantes de la Administración autonómica, eligió y nombró para la dirección la candidatura menos apoyada por la comunidad educativa. "Simplemente ganó la persona que tenía más méritos", defiende la Consellería de Educación.

"La Administración hizo oídos sordos a la voz de los representantes implicados directamente en el proceso selectivo, los miembros del claustro y del consejo escolar", denuncia la mayoría del claustro en un comunicado firmado por 16 de sus miembros. Y es cierto que los inspectores de Educación seleccionaron a la candidata que consideró oportuna. Pero también es cierto que así puede hacerlo, tal y como lo recogen la Lomce y la orden de elección de dirección en los centros publicada por la Consellería de Educación el pasado mes de marzo.

Y así la Xunta lo defiende: "Los proyectos de dirección presentados por las dos candidaturas más o menos empataron. Simplemente ganó la persona que acumulaba más méritos", explica el departamento que dirige Jesús Vázquez, para añadir que la candidata seleccionada ya partía con ventaja "solo por el hecho de haber sido directora antes". "El tema no tiene nada más", concluye.

Pero al claustro del centro esto no le vale. "El proyecto del otro candidato supondría un cambio en la dirección actual del centro", explica, para denunciar que la selección por parte de los inspectores de la Administración afecta al "buen funcionamiento" y al "clima de convivencia" del colegio. Y es que, resumiendo, el centro estará capitaneado durante los próximos cuatro años por una personas que la comunidad educativa no quiere tener al frente.

Los sindicatos también muestran su oposición al proceso selectivo. "Esta actuación de la Consellería supone la liquidación efectiva de la democracia interna y de los mecanismos de participación", critica CIG-Ensino, que defiende que la Xunta pudo haber respetado la voluntad de la comunidad educativa y "no hacer uso de la imposición de la autoridad".

Situación económica

Al margen de este conflicto, el claustro denuncia que la situación económica del centro sigue sin solucionarse, ya que sigue sufragando los gastos de mantenimiento de las instalaciones, que fueron transferidas por el Instituto Social de la Marina hace ya ocho años. Los fondos extra de la Consellería, aseguran, no cubren más que un tercio de estos gastos. "Los recursos se ven limitados a una política de ahorro estranguladora que no permite realizar muchos de los proyectos de los que nos gustaría gozar", lamenta el claustro de O Mosteirón.