No iban nada desencaminados los investigadores inmersos en el Proyecto Gaelaico al vaticinar que su teoría sobre el origen céltico de la inscripción del contrafuerte de la iglesia de Betanzos iba a recibir más de un ataque de sus compañeros de profesión. Lo que seguramente no imaginaban era la virulencia de las críticas que iban a generar su hipótesis entre algunos historiadores coruñeses.

El hallazgo, pendiente de confirmación de los expertos epigrafistas, ha incendiado la Red. Y hay opiniones para todos los gustos. Desde quienes aplauden el descubrimiento y animan a los investigadores a ahondar en los vínculos de Galicia con los pueblos de Irlanda y Escocia a aquellos que se muestran más que escépticos con el supuesto hallazgo y hablan, incluso, de "pseudocencia", como el exdirector del Museo Arqueológico de A Coruña, José María Bello.

Las teorías que apuntan a un sustrato gaélico en nuestro idioma suelen despertar el escepticismo de historiadores y lingüistas. Unas dudas que no han impedido a historiadores del prestigio de Alfredo Erias arropar públicamente a los investigadores de Proyecto Gaelico en la presentación pública de su descubrimiento, aunque sin refrendar sus conclusiones. También el párroco de la iglesia betanceira ha dado pábulo a la teoría y ha desvelado que ya hace años un antecesor realizó un estudió de una inscripción en el interior de la iglesia próxima al altar que concluía que estaba escrita en gaélico. Los autores del descubrimiento sostienen que el epígrafe del contrafuerte pone A'Gaeltacd, que traducen como "zona de habla gaélica". Con ironía, el historiador José María Bello mantiene que la letra es capital gótica del siglo XIV. "Basta con darle la vuelta a la piedra: Nada" (por nacida), replica en su cuenta de Twitter en alusión a la palabra que, en su opinión, puede leerse al revés.

No es el único que apunta en esa dirección. Un historiador ya interpretó hace años que el epígrafe del contrafuerte había sido colocado al revés, que había sido reutilizado y que decía "donada". Un estudio que ya conocían los investigadores de Proyecto Gaelaico y que rechazaron al considerar que los relieves del contrafuerte formaban un único grupo y que podía apreciarse claramente que la erosión había borrado la primera letra de la inscripción.

Los investigadores, que incidieron desde el principio que se trata de una hipótesis que deben confirmar epigrafistas, lamentaban ayer el tono de algunas críticas, pedían respeto e incidían que la Universidad ha documentado ya varias huellas del gaélico en España. A todo puede dársele la vuelta, ironizaban.